Alejandro Valverde cenaba en el restaurante de un hotel de Alpe d'Huez junto a sus compañeros del Tour; por supuesto Nairo Quintana, que había acabado en segunda posición. A poca distancia, Eusebio Unzué contemplaba la escena, feliz por tener en su equipo, el Movistar, a una de las mejores parejas del ciclismo mundial, el veterano (entonces 35 años) y el joven (aún con 25). "Si sigue así, cada vez mejor, lo voy a renovar hasta los 50 años", bromeaba el mánager de la escuadra. Aquella noche acababa de conseguir la tercera plaza de la ronda francesa. Casi un año después, en su estreno, ha ascendido a la tercera posición del Giro.

Llegó a la prueba siendo uno de los tres tenores de la carrera, en cuyo escenario también se subió un holandés casi desconocido para el gran público (Steven Kruijkswijk), y del que se bajó, de forma inesperada y por enfermedad, Mikel Landa, con la duda de saber qué podría haber hecho y hasta dónde podría haber llegado con el vuelco que dio la carrera el viernes tras la inesperada caída de la 'maglia rosa' en el descenso del Agnello, que comenzó a abrir el camino de la victoria a Vincenzo Nibali.

LAS CIFRAS DEL CICLISTA MURCIANO

Valverde, mejor escalador cuando las cimas no superan los 2.000 metros (quizá por ello siempre se mueve mejor en las montañas que crecen al sur de los Pirineos), demostró que no tiene fecha de caducidad, cuando otros contemporáneos más jóvenes ya han llegado a planteársela en algún momento, como por ejemplo le pasó a Alberto Contador, para descartarla al poco tiempo. Y por eso, ahora afrontará el Tour (comienza el 2 de julio en el Mont Saint Michel) con la misma idea de hace un año, ayudar a Quintana sin renunciar a la general. "El Tour es el siguiente destino para cumplir el sueño amarillo de Quintana. Por eso, ahora estaré seis días descansando y luego ya empezaré a entrenar".

Al lado de Nibali y de Esteban Chaves, otro buen producto de la nueva escuela colombiana, Valverde subió por octava vezal podio de una gran ronda de tres semanas, después de haberlo hecho seis veces en la Vuelta (victoria incluida en el 2009) y por fin hace un año en los Campos Elíseos, en un Tour que siempre se le torcía.

También, en Turín, se convirtió en el sexto ciclista español que pisaba los podios en las tres grandes después de haberlo hecho antes José Manuel Fuente 'El Tarangu', Miguel Induráin, Alberto Contador, Carlos Sastre y Purito Rodríguez y el segundo, empatado con Pedro Delgado (ocho veces), en ascender a alguno de los cajones del Tour, Vuelta o Giro, por detrás de Induráin (nueve veces) y por delante de Contador, Sastre y Roberto Heras (con siete). El Tour es la siguiente estación y el oro en los Juegos de Río, un reto en el horizonte.

La última etapa del Giro se resolvió al esprint, después de que se hubiesen anulado los tiempos por la inseguridad del circuito de Turín debido a la lluvia. Ganó el italiano Giacomo Nizzolo, aunque fue descalificado por una maniobra ilegal en la llegada y se le dio la victoria al corredor alemán Nikias Arndt. Todas las clasificaciones finales en la página oficial del Giro.