En menos de un mes la carrera de Víctor Ruiz ha dado un vuelco espectacular. El central llegó al club amarillo como segunda opción --al estancarse la operación de Maicon (Oporto)--, repudiado por el Valencia, que ni siquiera otorgó dorsal al catalán tras la llegada al banquillo del club de Mestalla del portugués Nuno. Pocos días después, y a pesar de una pretemporada en la que el defensa ha tenido que pelear en desigualdad con su competencia, Víctor Ruiz ha demostrado que su adaptación es todo un hecho. En la primera jornada de Liga supo aprovechar la baja de Musacchio; ante el Barça, devolvió la confianza que le ha otorgado Marcelino con un partido que rayó la perfección. Ha pasado de ser un cero a la izquierda en el Valencia a un fijo en el Submarino.

Marcelino tiene buena parte de responsabilidad en el renacer de Víctor Ruiz. El preparador asturiano ya evidenció su ojo clínico en la temporada del ascenso, cuando rescató del Betis a Dorado para convertirle en una pieza clave del retorno a Primera. Ahora repite con el jugador criado en la cantera espanyolista. “El mayor culpable de que yo esté aquí, en el Villarreal, ha sido Marcelino”, dice sin titubear el jugador, que cubre un hueco hasta ahora huérfano en el equipo, el de central zurdo, uno de los motivos por los que el técnico amarillo apostó por él.

“Estamos seguros de que nos puede dar un buen rendimiento. Con él vamos a fortalecer una zona en la que la temporada pasada tuvimos problemas”, apunta Marcelino, más que “satisfecho” con un jugador que “llegó tarde” y que acumula “menos entrenamientos que el resto”. H