Mis mejores recuerdos, y el mejor sabor a fútbol que recuerdo en el Madrigal, provenían hasta hace muy poco de aquel maravilloso equipo de Pellegrini con estrellas como Riquelme, Senna o Forlán. El Villarreal ofrecía un fútbol exquisito hasta para el paladar más exigente. Eran otros tiempos y el presupuesto rondaba los 100 millones de euros. Y decía que hasta hace poco, porque para mí este Villarreal de Marcelino, con la mitad de presupuesto, nos ha ofrecido momentos, como recuerda Llaneza hoy en una entrevista a Mediterráneo, de una brillantez igualable a la de aquel equipo plagado de estrellas. Sí, pero yo siento a este grupo como más real y acorde a las posibilidades del Villarreal. Entre otras cuestiones, porque se ajusta a un presupuesto de 50 millones que es sostenible y, además, porque el once titular y la plantilla está repleta de jugadores salidos de las inferiores. Y plantarle cara a la constelación estelar de Real Madrid o Barcelona tiene mérito.

No voy a referirme solo a Bruno, Gio, Musacchio, Cani o Asenjo, a quienes considero pilares fundamentales de este Villarreal 4G. Ellos si quieren podrían ser los forlanes, sennas y riquelmes de entonces. A su alrededor ya crecen jugadores que estoy convencido de que van a ser más importantes que los Venta, Gonzalo, Álvarez, Josico... de esa época. Mario Gaspar es un ejemplo de superación de un jugador y su progresión ha sido realmente espectacular, hasta convertirse en uno de los laterales más fiables de la Liga. Continuaría con Gabriel, un auténtico dobermán de 23 años que mejora día a día. Sólo él sabe las clases particulares que ha tenido después de los entrenamientos, con Marcelino de profesor, visionando vídeo tras vídeo y aprendiendo cómo colocarse o corrigiendo aspectos de su juego. La videoescuela del mister que le llevará a ser un defensa de caché. Luego les hablaría de Trigueros, un jugador con un talento especial, o Jonathan dos Santos. Para mí el hermano de Gio es un futbolista distinto que marcará una época en el Villarreal. Moi Gómez continúa madurando a pasos agigantados y no olvido a Vietto, que exhibe detalles de crack, aunque tiene que serenarse para mejorar la definición, su punto débil. No quiero dejar de mencionar a otros futbolistas de la casa como Juan Carlos, Nahuel, Jaume Costa o Adrián. Y como dice Llaneza en estas páginas, al frente está Marcelino, el técnico que representa como nadie esta filosofía.

El sábado se perdió ante el Madrid, igual que semanas atrás con el Barça, pero si se hubiesen ganado los dos partidos hubiera sido normal. Por cierto, repasando las imágenes de las cadenas, uno echa de menos una televisión autonómica como Canal 9. Sí, porque en todas daba la sensación de que el Madrid jugó solo y le ganó a un rival fantasma.

PREMIO AL INGENIO. El sábado disfruté de un espectáculo deportivo de primer nivel en el CT Castellón con el desafío España-Argentina de pádel y tenis. No andamos sobrados por esta tierra de eventos de este nivel y traer a los cuatro mejores jugadores del mundo de pádel, junto a Ferrero, Correjta y Nico Almagro, no es tarea fácil, igual que congregar a cerca de mil personas. Además, con una organización de primer orden. Un premio al trabajo del equipo de Jorge Bellés. Mi más sincera enhorabuena. Por gente como ellos, Castellón es sinónimo de deporte. H