Vila-real espera la llegada de unos 3.000 seguidores del Rangers con motivo del primer partido de la liguilla de la Europa League 2018/2019, lo que ha obligado tanto al club amarillo como a Policía Local y Cuerpo Superior de Policía a extremar las medidas de seguridad para la cita de este jueves (18.55 horas). La pasada semana Antiviolencia declaró de alto riesgo el encuentro entre el Submarino y el histórico club escocés, tanto por la previsión de un desplazamiento masivo de seguidores como por los precedentes con los que cuenta el sector más radical, y por suerte minoritario, de los supporters del Rangers, protagonistas de graves incidentes en los últimos años.
Más allá de la enorme rivalidad que los seguidores del Rangers mantienen con el otro gran club de Glasgow, el Celtic, que supera los límites de lo estrictamente deportivo para llegar hasta el aspecto religioso —los protestantes del Rangers contra los católicos del Celtic—, los comportamientos de los ultras del primer rival europeo del Villarreal obligan a extremar precauciones, aunque club y fuerzas de seguridad consideran que el grueso de fans escoceses no es problemático, como se comprobó en la primera visita del Rangers a Vila-real, en el 2005, sin incidentes de consideración.
Pero la prevención no estás de más. El pasado agosto, ultras del Rangers provocaron incidentes antes del encuentro de la Europa League ante el Osijek, con dos heridos por arma blanca. En años anteriores, los aficionados más radicales del club escocés protagonizaron varios altercados, algunos de ellos en España, en Barcelona (2007) y Valencia (2010).
SOLO DOS MIL ENTRADAS
Policía Nacional y local y seguridad privada del club aumentarán sus efectivos para controlar al máximo al contingente escocés que viajará a Vila-real, ya que alrededor de mil aficionados del Rangers llegará sin entrada para el partido. El club escocés tan solo disponía de 2.000 localidades para poner a la venta entre sus incondicionales: 1.800 de la zona visitante de La Cerámica y 200 en la zona que se acotará en la tribuna. El Villarreal intentará que los seguidores sin entrada no se mezclen con la afición local y, para tal efecto, ha anunciado una serie de medidas. No venden entradas por internet, sino de forma presencial salvo para personas de nacionalidad británica, y tampoco en taquillas el día de partido.