El Mini Submarino amarillo cosechó tres puntos de oro con una trabajada y brillante victoria ante un rival directo en su lucha por disputar la promoción de ascenso a Segunda, el Hércules.

Los blanquiazules dieron guerra durante la primera mitad, pero apenas pudieron contener el vendaval de fútbol local en la segunda parte del encuentro. Los goles de Carlos López en la reanudación hacen soñar al equipo que dirige Paco López.

La primera mitad comenzó con el conjunto herculano presionando muy arriba al filial amarillo. Los alicantinos trataron de ahogar la salida de balón del cuadro local y de esta forma, pasado el cuarto de hora, se adelantaron en el marcador. Lo hicieron gracias a un remate de cabeza de Tari.

Los amarillos estuvieron a punto de lograr el empate gracias a un discutido penalti de Pol Bueso sobre el central vila-realense, Pau, pero el pichichi amarillo, Carlos Martínez, erró la pena máxima en un momento clave.

La reanudación mostró a un equipo local mucho más intenso y ambicioso, que acosó a la defensa alicantina desde los primeros segundos. Corría el minuto 58, cuando Carlos López, dentro del área, colocó el balón lejos del alcance de la estirada del portero para lograr el empate.

Llegado el minuto 75 cambió el choque. Lolo, central visitante, vio la segunda amarilla y de la falta salió un gran pase de Carlos Martínez que Carlos López aprovechó con un gran gol. Tres puntos más y un rival menos para lograr el sueño. De momento el equipo ayer durmió cuarto.