El Villarreal B perdió un igualadísimo partido contra el Hércules y lo hizo de forma inesperada y dolorosa en la recta final.

El encuentro comenzó con el cuadro alicantino volcado en campo contrario, con las ideas claras en ataque y en la presión. Precisamente esta fuerte presión fue el escollo más problemático para el equipo amarillo, que fallaba con imprecisiones en la salida del balón. Pese a la difícil situación, el primer disparo de peligro a portería llegó del lado local, Samu Chukweze erró en la potencia y dirección del balón y el portero detuvo sin dificultad.

El Mini Submarino apenas conseguía estirar sus líneas ante el agobio visitante, antes del minuto 20 el ritmo del Hércules dio sus frutos en un testarazo de Chechu que picó demasiado el cuero y salió por encima del larguero.

Con el paso de los minutos comenzó a equilibrarse la balanza. La ocasión más clara la desbarató el guardameta amarillo, Joan, tras una internada por el centro de Carlos Martínez que, ya dentro del área, disparó colocado. Pasada la media la tuvo de nuevo Chechu, que disparó a manos de Joan. Con un disparo lejano de Mesa, con la réplica de los locales se llegó al descanso.

Control del partido // En la reanudación el conjunto local, saltó sin complejos al verde del Mini Estadi y en tan solo cuatro minutos ya dispuso de más acercamientos con peligro que en la primera mitad. Rubén puso el uy en la grada con otro buen disparo desde fuera del área que desvió el portero. El Villarreal B se lo creyó y comenzó a ganar protagonismo con el esférico y presencia en las inmediaciones del área visitante.

Pero el fútbol no es justo y en ello radica su belleza. Justo cuando el filial amarillo estaba más asentado en su juego y acababa de tener una clara ocasión en un remate forzado de cabeza de Franquesa llegó el mazazo visitante. En el contraataque de la ocasión marrada amarilla, Carlos Martínez puso un balón largo para la carrera del recién incorporado Emaná y el punta llegó en carrera hasta el área de Joan con la libertad suficiente para colocar con la zurda el esférico en el fondo de la red local.

El filial siguió a lo suyo pese al varapalo del gol en contra y el Hércules se resignó a intentarlo con rápidos contraataques. El Mini Submarino buscó el empate y lo consiguió. Una falta en la frontal, cometida sobre Simón, la lanzó de forma magistral Quintillà. Tras el empate el cuadro amarillo continuó con su empuje sobre el arco visitante. Pero en el descuento llegó la jugada decisiva.

Un despeje largo de Juanjo Nieto, sin aparente peligro, se coló en la portería amarilla tras un desgraciado resbalón de Joan Femenías, que vio levantándose del suelo cómo el esférico entró en la portería para certificar la derrota, injusta, pero derrota.