Llegó la cita decisiva para el Villarreal B. Esta tarde (18.30 horas), el filial amarillo se jugará en 90 minutos —180 si hay necesidad de prórroga— la culminación de una temporada en la que los jóvenes futbolistas sub-23 que dirige Miguel Álvarez se han ganado el derecho a soñar con el regreso a la categoría de plata. El Elche es el último escollo que separa a los groguets del ascenso, un obstáculo engrandecido con el 2-0 de la ida en el Martínez Valero que obligará al Villarreal B a hacer un partido prácticamente perfecto para poner el final más feliz posible a la temporada 2017/2018.

Tras el varapalo de Elche, la semana ha estado marcada por los mensajes de optimismo lanzados por una plantilla consciente de asus opciones de entrar en la historia del Villarreal. Hasta el último momento. «Nosotros creemos y estamos preparados», apuntó ayer el lateral Miguelón, que reclamaba un Mini Estadi a reventar para allanar el complicado camino que espera hacia una remontada para nada utópica pese a la ventaja y mayor veteranía de los ilicitanos, que intentarán que se juegue lo menos posible para evitar los destellos de mayor calidad de los jóvenes talentos del Villarreal B. Porque de talento es de lo que anda sobrado este filial que desea subir para mantenerse unido la próxima campaña en una categoría superior.

LA OPCIÓN DE LEO

Dani Raba y Samu Chukwueze se presentan como la mayor amenaza para un Elche que llega a la cita definitiva al completo —Pacheta se trae a toda la plantilla a Vila-real— tras recuperar a su central Gonzalo Verdú, sancionado en el encuentro de ida. Si Miguel Álvarez considera que hay que dar un plus de buen juego para superar la última eliminatoria, el técnico amarillo tiene la carta del argentino Leo Suárez, que tras echar un cable en los últimos compromisos tras recuperarse de una grave lesión de rodilla ya está al 100% para poder aportar desde el inicio su clarividencia y su desborde.

Salvo Ramiro Guerra, el único de los jugadores importantes del filial que no podrá estar en la finalísima de esta tarde, Miguel Álvarez podrá elegir el once sin ningún tipo de cortapisas. El propio entrenador se encargaba de confirmar ayer que Imanol —el hombre que da el equilibrio en el centro del campo del Villarreal B— llega al duelo ante los ilicitanos en plenitud de facultades, a pesar de esta semana no ha podido entrenar al 100%. El centrocampista navarro ha sido indispensable en los esquemas del Villarreal B casi toda la temporada y es una pieza clave a la hora de dar estabilidad al balance defensivo-ofensivo de un filial que, por delante, cuenta con futbolistas netamente de ataque.

Aunque el 2-0 que hay que superar centra casi toda la atención en esos perfiles más ofensivos del conjunto amarillo, la línea defensiva tendrá esta tarde otra dura prueba para intentar mantener la portería a cero. Por ahí pueden empezar a incrementarse las opciones del filial de plantarse en la Segunda División A seis años después de su descenso en los despachos, arrastrado por el descenso del primer equipo en la infausta campaña 2011/2012.

En defensa, el Villarreal B se ha mostrado muy fiable en casa durante toda la temporada, con Pau y Juan Ibiza como titulares en el eje central y con Miguelón y Quintillà en los laterales, el cuarteto que se apunta como titular en el cierre del play-off. Los 90 minutos de hoy se presumen los más emocionantes y trascendentes de los vividos en los últimos años en una Ciudad Deportiva que, con el empuje de una afición que llenará el Mini, espera recuperar el esplendor de plata. El sueño sigue vivo.