No es nada sencillo en el fútbol cosechar grandes resultados durante mucho tiempo de forma consecutiva. El Villarreal, después de un dubitativo inicio de temporada, había enlazado ocho jornadas consecutivas sin perder. Sin embargo, el sábado llegó el fin a su racha con un tropiezo ante el Torre Levante.

Los valencianos exhibieron una versión muy sólida en el Mini Estadi de la Ciudad Deportiva del Villarreal y gracias a los goles de Luis Enrique y Morón, lograron llevarse los tres puntos.

Los groguets fueron mejores en los primeros cuarenta y cinco minutos del encuentro, sin embargo su falta de puntería y las malas decisiones en los metros finales impidieron que se fueran con ventaja al tiempo de descanso.

Tras la reanudación, el conjunto de Orriols mantuvo su solidez defensiva y fue letal al contraataque, certificando de esta manera la victoria. Pese a perder, el Villarreal mantiene esperanzas de luchar por los puestos que dan acceso a la Copa del Rey.