El Villarreal entra hoy en la última semana de preparación para el inicio de la Liga todavía con la incógnita de la identidad del relevo de Roberto Soldado, aunque Fran Escribá confía en el poder de reacción del club que preside Fernando Roig y espera tener ya en los próximos días —mañana retoma el trabajo en la Ciudad Deportiva— al cuarto delantero de la plantilla. La entidad amarilla mantiene abierta la puerta al posible retorno de Gerard Moreno como la opción número uno, aunque tiene en la recámara otras soluciones por si se frustra la repatriación del punta del Espanyol. Nombres como el de Lucas Pérez (Arsenal) o del examarillo Luciano Vietto (Atlético) —también en los planes de equipos como el Valencia, la Sampdoria, el Southampton o el Olympique de Marsella— se encuentran en la agenda de alternativas, a pesar de tener un perfil diferente al de Gerard Moreno.

Lo que está claro es que el Submarino ya ha olvidado a Soldado. «Somos conscientes de que sin Roberto todo será más difícil para nosotros, pero la vida sigue, con Soldado o sin Soldado», apunta Cédric Bakambu, el principal socio del valenciano en el Villarreal y uno de los principales damnificados por su marcha al Fenerbahçe, aunque no cree que la salida de Soldado le deba exigir una mayor responsabilidad en el equipo: «Solo tengo en mente ayudar lo máximo».

Fran Escribá, por su parte, es consciente de las dificultades que entraña «reemplazar a un jugador tan importante», sobre todo por el nivel que exige el actual quinto clasificado de la Liga. «Delanteros hay muchos, pero que cumplan con los parámetros que busca el Villarreal no hay tantos», sostiene el entrenador groguet, que más que un perfil determinado de atacante lo que busca en el nuevo 9 del Submarino es eficacia cara a puerta. «Al final, lo que uno espera de un delantero son goles. Cualquier perfil nos puede venir bien», destaca Escribá.

Lo que no se le pasa por la cabeza al entrenador valenciano es que el Villarreal no vaya a cubrir la baja de Soldado en este periodo de fichajes que concluye el 31 de agosto. «Si no viniera nadie sería un perjuicio para el equipo, pero seguro que el club encontrará alguna solución», espera Escribá que, seguramente, tendrá que iniciar la Liga únicamente con dos delanteros, Sansone y Ünal. El que llegue deberá pasar todavía por un proceso de adaptación y Bakambu no estará en el Ciutat de València por sanción.