El Villarreal está dispuesto a dar esta temporada un paso adelante. La fuerte inversión en jugadores de futuro como Enes Ünal, Semedo y Fornals, o la apuesta por un depredador del área como Carlos Bacca, además del esfuerzo para mantener en su plantilla a los jugadores más destacados del grupo que la temporada pasada se puso en manos de Escribá, espera obtener como resultado la opción real de poder pelear en el presente ejercicio por ese regreso a la Champions que se escapó en agosto del pasado año.

El ascenso de ese peldaño se inicia esta noche en el Ciutat de València, donde el Submarino espera sacar sus tres primeros puntos ante el recién ascendido Levante. Hoy, la germanor entre los dos clubs, plasmada en las excelentes relaciones de directivas, quedará aparcada por la importancia del marcador. Comenzar la Liga ganando siempre es un buen estímulo, tanto para los que pelearán por la zona noble, los amarillos, como para los que aspiran a consolidarse en Primera tras un paréntesis en plata.

Fran Escribá ultimó ayer en la Ciudad Deportiva, sin cámaras ni testigos ajenos a la plantilla, los detalles de un encuentro que debe servir para disipar las dudas que dejó la pretemporada, con un Villarreal con síntomas de rodaje incluso en los últimos pasos de la preparación. El cúmulo de lesiones ha impedido a Escribá repartir los minutos de la manera deseada e, incluso, probar más cosas nuevas en su primera pretemporada en el club más allá de ese 4-3-3 que se presenta como alternativa al 4-4-2, apoyado con la presencia de un delantero de referencia con presencia física como es Ünal, la nota diferencial en el ataque para esta temporada.

De momento, Escribá parece dispuesto a esperar y a apostar por lo conocido en el debut en la Liga, en el que no podrá contar con varios de los jugadores que se perfilaban como titulares en el inicio del verano. Escribá ya sabía desde el final de la pasada temporada que no tendría ni a Castillejo ni a Bakambu para el arranque de la Liga 2016/2017, pero las dificultades han ido creciendo con el transcurso de la pretemporada. Primero fue la operación de Bruno y después, ya en la segunda parte de la preparación, la lesión de Mario. Con un grupo muy justo de efectivos, Escribá solo mantenía un par de dudas antes del inicio de la competición. Una lógica entre Álvaro y Rúben Semedo, entre la fiabilidad conocida y ciertas incógnitas que mantiene el portugués de 23 años pese a su incuestionable potencial que le puede llevar a ser uno de los centrales más cotizados del fútbol europeo a corto plazo.

La otra incógnita es más bien funcional, en un ataque en el que Bacca se perfila como fijo y en el que el técnico debe decidir acompañante: la versatilidad de Sansone o la habilidad de Ünal para finar a los centrales y dejar espacios al segundo punta. El italiano parte con ventaja, también en parte por los pocos minutos que ha podido tener el turco en pretemporada tras su temprana lesión en el primer amistoso.