El final de temporada se está haciendo largo, pero no solo al Villarreal, también para sus perseguidores. Todos llegan con fuerzas justas aunque, como venimos comentando todos los días de partido, las fuerzas que nos interesan son las de los amarillos. En el último partido en el Madrigal vivimos todas las dificultades de estas alturas de Liga, con partidos donde tanto hay en juego. Casi la mitad de los equipos de Primera todavía no tienen asegurada la permanencia y en el caso del rival de esta noche, el Málaga, es cuestión de tiempo y de un buen resultado. Esperamos que no se produzca hoy.

La Rosaleda quiere un triunfo para no sufrir. Por suerte, esta es otra historia que vale la pena no perder de vista para valorar lo que están logrando los de Marcelino. Solo queda un empujón. Europa esta a tiro de piedra y por eso me cuesta más entender la desconfianza por parte de un reducido sector de grada que silba las indecisiones del equipo. Las opciones de un club modesto pasan siempre por la unión de todos y si se olvida solo hay que mirar alrededor... o al propio Málaga. H