El Villarreal ofreció ayer al club mexicano Tigres la posibilidad de disputar un partido amistoso cuyos beneficios fueran destinados a los afectados por el terremoto que ha azotado el país centroamericano, que ha provocado más de 200 víctimas mortales. El club amarillo ha propuesto que dicho encuentro se dispute en el parón de selecciones del próximo noviembre y esperan respuesta del conjunto auriazul.

Desde la entidad mexicana, el delegado deportivo Miguel Ángel Garza reconoció que están estudiando esta posibilidad después de que el Submarino tendiera su mano concienciado con la tragedia: «Hemos recibido la llamada del Villarreal, que está dispuesto a jugar un amistoso en el que toda la taquilla iría destinada a los damnificados. Es una idea para aportar algo a esta situación, pero acaba de suceder y hay que ver lo que pasa antes de decidir».

Destacar que en Tigres se encuentra jugando un viejo conocido de la parroquia amarilla como Javier Aquino, que comparte vestuario con jugadores como Enner Valencia, Vargas o Gignac.

UN CLUB SOLIDARIO // No es esta la primera ocasión en la que el equipo amarillo se pone a servicio de quienes más lo necesitan. En iniciativas como Endavant Solidaritat se han apoyado oenegés o fundaciones como Fundación Roig Alfonso, Fundación Trinidad Alfonso, ASPANION, Cáritas, La Panderola, Afanías, Okikobo o Asindown, entre tantos otros.

En esta ocasión, el Villarreal tiende su mano a los afectados por el terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter que el pasado martes sacudió el centro de México y que había provocado al menos 224 víctimas mortales.

Como muestra de la tragedia, el técnico español Paco Jémez, que se encuentra entrenando en el Cruz Azul mexicano, analizó de la siguiente forma el suceso: «A nosotros nos pilló comiendo en el hotel con el equipo y tuvimos que salir corriendo mientras todo se movía y se caía. Fue terrible; es un episodio aterrador».