El Villarreal viajó ayer a Getafe con un solo delantero en la convocatoria, que, para más inri, está al 50% de sus posibilidades físicas. El franco-congoleño Cédric Bakambu es el único punta en disposición de ser alineado este mediodía en el Coliseum (12.00, Canal+ Liga y Abono Fútbol) de los cuatro que tiene en nómina en la plantilla y se halla renqueante después de retirarse cojeando en el minuto 50 del partido contra el Rapid de Viena del pasado jueves, en la Europa League.

El fútbol depende del gol y este en su mayor parte de los hombres de ataque, por lo que el panorama que se le presenta al técnico amarillo para formar un once ante el Getafe es bastante complicado sin el sancionado Soldado y los lesionados Adrián y Leo Baptistao, que continúan con sus respectivas recuperaciones. Al margen, el Villarreal solo contará con apenas 62 horas de descanso después de disputar en el Madrigal su penúltimo encuentro de la fase de grupos de la Europa League, lo que obligará al técnico a mantener su habitual idea de dosificar esfuerzos para afrontar los siete partidos que restan durante el mes de diciembre entre Liga, Copa y competición continental.

DUDA HASTA EL FINAL // La precariedad de recursos en ataque, además del estado físico de Bakambu que le convertirán en seria duda hasta el último momento, obligarán a Marcelino a reubicar a uno o dos jugadores como delanteros o modificar el sistema táctico con más centrocampistas. Al Villarreal se le han acumulado los problemas en las últimas sesiones de forma proporcional a cómo iba poblándose la enfermería, a lo que se ha unido para la última citación las sanciones de Roberto Soldado y Jaume Costa. Con ese panorama, Marcelino se ha visto obligado a echar mano de dos jugadores del filial, aunque ya con experiencia en el primer equipo, como Alfonso Pedraza y Adrián Marín, contando con opciones el primero de ocupar una de las bandas en el centro del campo.

Todo lo que sea hablar del once inicial es formular cábalas, porque hasta el propio técnico mantiene incógnitas serias fundamentadas en el estado físico de Cédric Bakambu. Si juega el internacional congoleño, lo más probable es que el entrenador mantuviera el 4-4-2 como sistema táctico de partida, pero la no alineación del único punta medio sano de que dispone el Submarino podría llevar consigo una modificación táctica con más hombres en la medular amarilla.

En la parte positiva, la recuperación de Eric Bailly después de perderse el choque ante los austriacos por consejo médico, que formará con Víctor Ruiz en el eje de la zaga, con Rukavina o Mario en la banda derecha, y Bojan Jokic en la banda contraria.

En la parcela ancha es donde existen más dudas. Pina formará en el eje, con las alternativas para acompañarle de Jonathan y Bruno, e incluso la posibilidad de que jueguen los tres. Para ocupar las tres o cuatro posiciones que restan, el abanico se basa en la posible titularidad de Bakambu, quien podría estar acompañado de Samuel García, que se apunta como fijo, con Nahuel Leiva y/o Samu Castillejo, sin descartar a Denis Suárez, que también arrastra problema físicos.

GEN COMPETITIVO // El Villarreal, que ha puntuado en las tres últimas visitas a Getafe, basará su fuerza en su enorme rendimiento defensivo y en la solidez táctica habitual de los equipos de Marcelino, amén del gen competitivo que ha exhibido este grupo, que no hay que olvidar es cuarto en la Liga y primero de grupo en la Europa League, a pesar de que no se encuentra en su mejor momento. El Villarreal no lo tendrá fácil… El Getafe tampoco. H