El Villarreal espera haber dado un salto cualitativo en lo que respecta a la plantilla actual que tiene bajo su mando Javier Calleja, a pesar de que los resultados de las tres primeras jornadas de Liga no han sido los deseados, con la momentánea posición de los groguets entre las tres plazas de descenso de la Liga. Las llegadas de Gerard Moreno, Toko Ekambi o Cáseres, entre otros, han significado mejorar el ataque de la pasada campaña y, en el caso del argentino —actualmente lesionado— conseguir un relevo apropiado para notar lo menos posible la marcha de Rodri Hernández al Atlético de Madrid. Pero además de calidad, el Submarino 23018/2019 también ha dado un paso adelante en lo que respecta a experiencia y veteranía en su bloque.

Lógicamente, los jugadores que ya formaban parte del último proyecto afrontan la actual temporada con un año más de madurez, pero el Villarreal también ha aportado años en algunas de las incorporaciones efectuadas en el último plazo de fichajes, comenzando por el regreso de un ídolo para la afición amarilla como es Santi Cazorla (33 años) al equipo que le dio a conocer en el fútbol español y europeo y acabando por la última incorporación, ya fuera del límite del 31 de agosto, del chileno Manuel Iturra, que a sus 34 años afronta su quinta experiencia en un equipo español. La misma edad que Javi Fuego, Bruno Soriano y Barbosa y alguno menos que Daniele Bonera, que con 37 años repetirá como uno de los abuelos de la Liga.

La continuidad en la plantilla de los veteranos de la pasada campaña —a los que se sumó en la recta final del mercado Carlos Bacca, con 31 años— y el aterrizaje en el club amarillo de las citadas novedades han convertido al equipo de Javier Calleja en el más veterano de la presente edición de la Liga, aumentando la media de edad en dos años con respecto a la plantilla que inició la pasada temporada 2017/2018. El Submarino va envejeciendo, y ya casi la mitad de la actual plantilla —un total de 11 futbolistas— se sitúa por encima de los 30 años, una circunstancia que la entidad tendrá en cuenta cuenta a partir de la próxima temporada.

SUPERA LOS 28 AÑOS

Las entradas de Cáseres (21), Pedraza, Miguelón o Raba (los tres con 22 años) en la primera plantilla no han impedido que el actual Villarreal pase de la media de 26 años con la que comenzó el anterior ejercicio —entre los seis equipos más jóvenes de la pasada Liga— a superar los 28 años, aunque en los onces iniciales que ha utilizado Calleja hasta la fecha hasta ocho futbolistas se sitúan por debajo de esa media: los defensas Mario (27), Funes Mori (27) y Pedraza (22); los centrocampistas Cáseres (21), Trigueros (26) y Fornals (22); y los delanteros Gerard Moreno (26) y Toko Ekambi (25). Es en el grupo de los habituales suplentes de este arranque de Liga donde más se hace evidente la veteranía del grupo, con jugadores, en su gran mayoría, por encima de la treintena, como Andrés, Jaume Costa, Layún o Bacca.

Dentro de los 20 equipos que componen la actual Primera División únicamente otros dos, el recién ascendido Huesca y el Eibar, superan, como el Villarreal, la barrera de los 28 años de media. Por contra, otros tres conjuntos de la Liga española no rebasan los 25 años, con la Real y el Celta como las plantillas más jóvenes de la presente temporada, seguidas de cerca por la del Valencia.

CESIÓN DE JÓVENES

Hay que recordar que este verano el club amarillo ha enviado en calidad de cedidos a un buen número de jugadores jóvenes de los que espera que el rodaje y los minutos que pueden tener en sus nuevos equipos les puede permitir regresar al Submarino a corto plazo. Son los casos del delantero turco Enes Ünal y el defensa central Pau Francisco, ambos con solo 21 años y que buscarán reivindicarse esta temporada en el Valladolid y el Málaga (Segunda División A), respectivamente.

Otros jóvenes valores formados en la canetra amarilla han seguido esta temporada el mismo camino, ya sea a través de préstamos como el del argentino Leo Suárez (22 años) al Valladolid o el de Ramiro Guerra (21) al Gimnàstic o mediante traspasos con cláusulas de repesca, fórmula que el Villarreal ha utilizado a la hora de dar salida a Adrián Marín (20 años), que tendrá en el Alavés la oportunidad de hacerse con un hueco en Primera, como la tuvo la pasada campaña Alfonso Pedraza, consolidado ahora en el primer equipo.