Volver a empezar. Hace siete días, el aura del Castellón se rompió en Alzira, así que la visita esta tarde del Torrevieja (17.00 horas) ya no servirá para engordar los 22 partidos que permaneció invicto, sino como primera piedra de una nueva racha.

Ni los cinco meses sin perder, periodo en el que los orelluts han sumado el 75% de los puntos, ha servido para ver al Castellón en zona de play-off. Aunque con matices: está igualado con el Novelda, que tiene un partido más y le saca de la cuarta plaza por el cara a cara particular. El pasaporte para la promoción está más caro que nunca: de continuar con esta proyección, harían falta 80 puntos (a una media de dos por encuentro), registro que jamás ha necesitado equipo alguno del grupo VI de Tercera desde que las victorias valen tres puntos (entró en vigor en la 95/96).

Seguramente, esa brillante trayectoria (la segunda mayor del club, igualada con la de la 68/69), ha servido como estímulo para su prolongación con esos goles salvadores en Crevillente, Ibi, Xàtiva o Novelda. Ahora, el Castellón tendrá que agarrarse a otros incentivos para seguir ofreciendo ese encomiable espíritu competitivo y esa capacidad agonística. Que nadie dude de ello, habida cuenta de lo que están aguantando los futbolistas: la semana que viene en Silla, si David Cruz (o un milagro, tal como está el patio) no lo remedia, algunos de ellos ya acumularán hasta cuatro mensualidades sin cobrar.

Los albinegros se reeencontrarán con un ambiente poco propicio, con el público predispuesto más a la protesta contra el palco (esté o no su inquilino) que al aliento a su equipo, viendo a su entrenador dirigiéndoles por octavo partido desde la grada y un césped incompatible con el buen trato del esférico. Pero, llegados a este punto, cualquier distracción o excusa están desterradas.

ONCE NUEVO // Las desgracias (o las derrotas) no suelen venir solas. El 2-0 en el Luis Suñer Picó dejó a Clyde Essomba como principal damnificado: fue expulsado. Además, Manu Calleja deberá hacer frente a la baja de Yagüe, titular en las últimas jornadas.

Es probable que Calleja modifique el sistema, ya que Abraham Peleteiro llega entre algodones al encuentro. Frank Castelló, que ya no dispuso del lateral coruñés frente al Recambios Colón (venía de ver la roja en Almassora, único partido que se ha perdido), así lo hizo. En consecuencia, por delante de Zagalá, el cántabro podría alinear a sus tres centrales (Álvaro, Enrique y Guille Vázquez), con dos carrileros: Chema por la derecha y Álex López por el otro costado. La recomposición táctica beneficiaría a Marenyà (o Guinot) y Lolo Ivars, que integrarían un triángulo con Ximo Forner. Arriba, la soluciones son más diáfanas: Fonte junto a Esaú.

Existen otras fórmulas, manteniendo el 4-4-2. Escorar a uno de los centrales, que un zurdo actúe a banda cambiada, que Chema retrase su posición o incluso desplazar a Guinot... Da igual quién y cómo juegue: el Torrevieja (14 partidos sin perder, seis derrotas seguidas) tiene que convertirse en el octavo visitante consecutivo que pierde en Castalia.