No hay un día tranquilo para el Villarreal. Cuando parece que la plaga de lesiones es casi una leyenda en el vestuario amarillo, los problemas vuelven a llamar a la puerta del despacho de Molina. Y, además, con inusitada fuerza. Con Rossi ultimando su recuperación pero todavía con más de un mes por delante -siendo optimistas- para que vuelva a calzarse las botas, esta semana llegaron los contratiempos de la recaída de Catalá por una rotura fibrilar y la baja ya anunciada de Musacchio. Luego vino la confirmación de que Joan Oriol se caía de la lista y, nuevamente, no podrá medirse a su hermano gemelo, actualmente titular en el Zaragoza, además de los ya previstos Hernán Pérez y Marco Ruben.

Pero el gran susto de la matinal lo dio Bruno. Unos problemas en el abductor derecho le señalaron como baja hasta ultimísima hora para viajar, incluso, con la expedición amarilla a Zaragoza. El de Artana tuvo que hacerse unas pruebas que descartaran cualquier lesión grave y, finalmente, se desplazó con el equipo, pero será duda hasta instantes antes de iniciarse el partido (12.00 horas, La Romareda). Hasta tal punto, que Molina decidió desplazar a 19 futbolistas para prevenir cualquier imprevisto con Bruno. En esta ocasión, el técnico amarillo, quien siempre es muy respetuoso con su homólogo del filial y que no toca jugadores del B salvo necesidad imperiosa, tuvo que echar mano del lateral zurdo Jaume Costa y del delantero Joselu.

NILMAR, SÍ // Todo no fueron noticias negativas, puesto que Nilmar sí podrá formar pareja arriba con Martinuccio en La Romareda.

La delicada situación institucional y deportiva del Zaragoza se convierte en una arma de doble filo para el Villarreal. El equipo maño se juega su último cartucho, si bien aun ganando al Submarino, tendría pie y medio en Segunda A. El choque de hoy, en horario matinal, se presenta como una verdadera prueba de fuego para calibrar las verdaderas opciones del Villarreal esta temporada. Solo el triunfo le convertiría en un aspirante a regresar a una competición europea la próxima temporada, aunque la realidad indica que ahora la pelea es huir paso ligero de puestos de descenso. La Romareda ejercerá de prueba de algodón de este renacido Villarreal de Molina. H