Vuelve a ser Dios y ya no aparece como un simple alineador o como el culpable de la caída del equipo en Liga y en la Copa del Rey. Nadie levantará ahora la voz en el vestuario contra Zinedine Zidane, un entrenador que recupera su liderazgo después de que Marcelo lo elevara al cielo del Santiago Bernabéu tras el tercer tanto del Madrid al París Saint-Germain. Para ganárselo, al técnico francés le bastaron dos decisiones cargadas de lógica: no darle la titularidad a Gareth Bale y hacer los cambios en su habitual horario o incluso un poco más tarde porque Marco Asensio, el gran protagonista del arreón final del Madrid, y Lucas Vázquez entraron en el minuto 79.

El aire cambiante del fútbol volvió a soplar a favor de un técnico tranquilo, que está deseando dejar el Madrid, algo que según Sergio Ramos podría hacer incluso si gana su tercera Champions consecutiva. Ni Zidane es ahora el mejor ideólogo del mundo ni era un paquete cuando el Barcelona fue abriendo brecha en la Liga o cuando la segunda unidad le mandó a paseo con una penosa entrega en la Copa y un aviso previo de los no habituales que le dejaron claro que no siempre juegan los que mejor se entrenan.

NACHO, UN GOL MÁS QUE BENZEMA / Y no les faltaba razón porque hay jugadores que aunque se ejerciten entre bostezos son fijos en la pizarra. Es el caso del delantero galo Karim Benzema, que lleva dos goles en Liga en 16 encuentros, uno menos que Nacho, con un partido más. El francés es titularísimo pese a que el Bernabéu le dedica un día sí y otro también una sinfonía de pitos.

La decisión de dejar a Bale en el banquillo en favor de Isco se sustenta en que el apoyo del malagueño al centro del campo y a la defensa ante la avalancha ofensiva del PSG resultaría incomparable al que pudiera desplegar el galés. A ello se suma que desde que volvió de su enésima lesión, Bale no ha completado un encuentro. Zinedine Zidane invirtió los términos ante el equipo de Unai Emery y en lugar de desgastar al galés para dar entrada a Isco, aprovechó el trabajo del exjugador del Málaga para meter al galés en el minuto 67 con el objetivo de buscar un golpe de efecto en una acción trepidante. Lo hizo dos minutos después de que Emery quitara del campo a un delantero, Edinson Cavani, y diera entrada a un lateral, Meunier.

Sus siguientes decisiones tuvieron que ver con algo que estaba en el guión. Si la cosa va mal, dentro Marco Asensio y Lucas Vázquez. Le salió de cine porque el mallorquín reventó la banda izquierda hasta acelerar el pulso de su equipo con su participación en los dos últimos goles.

«Zidane es un líder dentro como fuera del campo. Me ha dado su confianza y he de trabajar al 150 por cien por él», decía Keylor. Mientras, Cristiano, que alcanzó los 101 goles en Champions con el Madrid, eludió hablar de su técnico, aunque sí lo hizo de Marcelo, al que ensalzó por el «gran partido que ha hecho».

Si CR7 continúa en el equipo y el técnico lleva a cabo su plan de fuga, Pochettino es ahora mismo el mejor colocado. Eso sí, el técnico del Tottenham tendría que traer de la mano a Harry Kane, que sería algo más que la competencia de Karim Benzema.

POSIBLE ADIÓS / Sergio Ramos habló sobre el futuro del técnico tras el partido ante el PSG y señaló que Zidane podría abandonar el conjunto blanco si volviese a ganar la Champions. «Dais por hecho que si gana se queda e igual decide tomarse un descanso», señaló el central.