En la víspera de la semana grande, los mercados municipales se preparan para celebrar las fiestas fundacionales de Castellón. Se respira ambiente magdalenero. Los productos típicos de estos días llenan de colorido, aromas y sabores tradicionales los puestos y paradas. El clima mediterráneo favorece la fiesta en la calle y las plazas y las calles se convierten en improvisados comedores donde saborear y beber sin renunciar ni un solo momento a la fiesta.

En Magdalena, no se puede salir de casa sin el saquet y la bota llena de moscatel, vino o licor, complementos festeros que acompañan durante toda la semana. No faltan los cacaos, tramussos y embutidos rosario, longanizas, morcillas o chorizos de pequeños tamaño, que se comen de un solo bocado. En la romería es tradicional el bocadillo de tortilla con habas y ajos tiernos, los ximos y los encurtidos variados. Llegados a Sant Roc, la tradición manda degustar figues albardaes junto con mistela del terreno.

PREPARACIONES TÍPICAS

El resto de días el menú varía según el acto al que acudimos y dependiendo de la colla o gaiata. Son tradicionales la paella, la fideuà, el arroz al horno o marinero, la carne y los embutidos a la brasa, etc. Es típico también almorzar sardina de bota con pimientos y huevos fritos con alioli, jamón, queso, bacalao, mojama o capellanes con ensalada de tomate, cebolletas y olivas, con aceite de nuestras comarcas y acompañado de buen vino de la provincia.

Para merendar, bocadillitos y pastelitos salados o dulces, dependiendo de si vamos a los toros o a otro tipo de actos. Los churros y chocolate junto a les figues suelen dar mucho juego. Las cenas suelen ser de bocadillo aquí te pillo aquí te como. Los mesones y carpas que se instalan en diferentes puntos de la ciudad son junto a bares, restaurantes y tascas parte de nuestros tradicionales itinerarios gastronómicos.