Existen unos 260 peces que pertenecen a la familia de los lófidos, comúnmente conocidos como rape. Los más habituales en nuestros mercados son el rape blanco o común, el negro o rojizo, el americano y el del cabo.

El rape blanco, que puede llegar a los 2 metros de longitud y 40 kilos, es muy apreciado y popular en España. Habita en el Atlántico, en el mar Negro y en el Mediterráneo y vive en el fondo del mar para camuflarse y alimentarse de crustáceos y peces.

Es un pescado blanco que contiene muchas proteínas de alto valor biológico, ya que su contenido en grasa es de 2 gramos por cada 100. Se trata de un pez de sabor bastante suave y de textura muy agradable que se come con facilidad y gusta tanto a grandes como a pequeños.

En la cocina puede prepararse a la plancha, asado al horno y al vapor. Sus posibilidades culinarias son tan amplias como deliciosas y son muchos los alimentos que ligan con el sabor del rape. Elaborado a la plancha o al vapor es recomendable para dietas destinadas a perder peso.

Sugerencias culinarias // La cola es la parte más apreciada y de mayor calidad. Es habitual en calderetas, zarzuelas, suquet, fideuà, arroces y otros guisos marineros. Algunas sugerencias con las que se puede sorprender a los comensales es asado con almendras, al Jerez, cocinado a las finas hierbas o al all cremat. Este pescado también puede formar parte de ensaladas y platos de legumbre como acompañamiento, por ejemplo, de unos garbanzos, o incluso cocinarlo al vino y servirse junto a unas ciruelas.

Por su lado, los huesos de la cabeza son ideales para conseguir elaborar caldos o fondos marineros; mientras que el hígado goza de mucha fama porque tiene un bonito color anaranjado y un sabor muy pronunciado.