España ha logrado un nuevo palmarés, aunque en este caso negativo: se ha puesto a la cabeza de la lista de países de la Unión Europea (UE) con una mayor tasa de empleos temporales sobre el total. Concretamente, el 26,8% en el 2017, según los últimos datos de este indicador hechos públicos ayer por la oficina de estadística europea Eurostat. España adelantó a Polonia, que tenía el liderazgo en el 2016, con una tasa del 27,5%, mientras que en España estaba situada entonces en el 26,1%.

La media de temporalidad de la UE se situó en el 14,3% y en la zona euro, en el 16%. La estadística europea constata que pese a la recuperación y al incremento de la ocupación en cifras absolutas, tanto en la zona euro como en España la tasa de temporalidad se mantiene al alza. En el país ha aumentado en seis décimas en un año, y en el conjunto de la UE, solo una décima.

Los jóvenes europeos de entre 15 y 24 años son los más afectados por la temporalidad, con una tasa del 43,9%, cerca de ocho millones de empleados, solo una décima menos que en el 2016. Una incidencia especialmente acentuada en España, donde tres de cada cuatro jóvenes empleados cuenta con un contrato temporal (73,3%), y también alta en Eslovenia (71,6%), Polonia (68,2%), Portugal (65,9%), Italia (61,9%), Croacia (60,8%) y Francia (58%). En cambio, los jóvenes que trabajan con un contrato temporal son minoría en Rumanía (4,1%), Letonia (6,7%) Lituania (6,8%), Estonia (10,6%), Bulgaria (12,7%), Malta (13%), el Reino Unido (14,5%) y Hungría (17,6%).

A nivel europeo, la tasa de contratos temporales se reduce al 12,2% en adultos de entre 25 y 54 años y al 6,7% en los de entre 55 y 64 años, porcentajes inferiores en ambos casos a los del 2016. La temporalidad tiene una incidencia mayor en las mujeres (14,8%) que en los hombres (13,8%), y es más frecuente en la zona euro -los 19 países de la moneda única- (16%) que en el conjunto de la UE (14,5%).

La temporalidad tiene mayor incidencia en España (26,8%), Polonia (26,1%) Portugal (22%), Holanda (21,5%) y Croacia (20,6%). Las tasas más bajas se registraron en Rumanía (1,2%), Lituania (1,7%), Letonia (3%), Estonia (3,1%), Bulgaria (4,4%), Malta y el Reino Unido (ambos con el 5,6%).

La elevada tasa de temporalidad es uno de los riesgos de la economía española. El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, en su último informe anual advertía de que para mejorar la productividad «es preciso combatir el elevado grado de segmentación» del mercado laboral.

Repartir un mismo empleo / El documento señalaba que en la recuperación se repite un rasgo típico de las fases expansivas de la economía española: «Un aumento de la tasa de temporalidad, acompañada de una disminución de la duración de los contratos y de un incremento de la parcialidad no deseada». Ello ha causado «una reducción de las horas efectivamente trabajadas, con consecuencias no solo en la productividad media, sino también en la desigualdad de los ingresos laborales». Al final resulta que una buena parte de la reducción de la cifra de parados consiste en repartir un mismo empleo con contratos temporales y parciales entre varios trabajadores.