Un ahorro de más de 5.300 millones de euros al año o hasta un 40% menos de factura. Eso es lo que se podría recortara el recibo con determinadas medidas de eficiencia, dependiendo del clima, uso y estado del edificio, según estima la Fundación Gas Natural Fenosa.

Según el último índice de eficiencia energética de este organismo, los hogares españoles podrían ahorrar de media un 27% en su factura del gas y la electricidad simplemente con cambios en sus usos y costumbres diarias, así como la mejora del equipamiento energético de las viviendas.

Sin embargo, este porcentaje podría incrementarse hasta llegar a un 40% de ahorro energético con la implantación de medidas dirigidas a la rehabilitación de viviendas, tales como el aislamiento de paredes y techos, instalación de vidrios dobles, carpintería con rotura de puente térmico o la colocación de burletes en las ventanas, según otro estudio de la misma fundación, titulado Rehabilitación exprés para hogares vulnerables.

Hábitos de consumo

«Reducir la factura energética de nuestros domicilios durante los meses de invierno es posible con una combinación de modificaciones en nuestros hábitos de consumo, así como en intervenciones concretas en nuestra viviendas», explica el director general de la Fundación, Martí Solà, que en su estudio propone 77 medidas de rehabilitación de hogares vulnerables con un coste de entre 50 y 7.000 euros.

Según Gas Natural Fenosa, el objetivo es poner en marcha «medidas pasivas de fácil instalación que se puedan realizar desde el interior de la vivienda, y que no sea preciso la solicitud de licencias de obras o de permisos de la comunidad de propietarios».

Entre estas soluciones destacan la instalación de toldos, la colocación de alfombras, la sustitución de ventanas, el aislamiento térmico en muros, o, en el caso de los hábitos de consumo, medidas como ajustar el termostato entre 19 y 21 grados durante al día y entre 15 y 17 por la noche o un uso más eficiente de la lavadora y el lavavajillas, llenándolas antes de ponerlas, y en el caso de la primera, lavar en frío.

Frío y calor

Asimismo, también proponen ajustar la potencia contratada a las necesidades de cada vivienda (la parte fija del recibo), configurar la temperatura del frigorífico en el intervalo de tres a siete grados y el congelador a 18 grados bajo cero (cada grado menos supone un 7% más de consumo, señalan los autores del estudio).

Otra de las medidas que son necesarias es el doble acristalamiento en ventanas. De hecho, el informe subraya que el 40% de las pérdidas de calor en los hogares se producen por la falta de buenos aislamientos en las ventanas.

Por último, sugieren el apagado del ordenador y la televisión si estos no van a ser utilizados en los siguientes 30 minutos, y la utilización de regletas con interruptor para agrupar varios aparatos y poder desconectarlos durante la noche o en momentos de ausencia del hogar. El 'stand-by', que no apaga del todo los dispositivos, sino que los deja adormecidos o en suspenso, supone un gasto importante en el recibo de la luz.