La paridad euro dólar parece estar cada vez más cerca. El buen dato de creación de empleo de EEUU durante el pasado mes de febrero ha tenido una repercusión directa en el mercado de divisas. La cotización del euro se ha desplomado por debajo de 1,09 dólares por primera vez desde principio de septiembre del 2003. Ningún analista hace solo un año era capaz de prever la actual situación y menos una cada vez más posible paridad dentro de pocos meses. Citi y Goldman Sachs apuntan a que el cambio 1-1 podría llegar el próximo año. Las consecuencias de ese escenario económico son dispares según el punto de vista que se tome. Por una parte mejoraría la posición exportadora de la UE (y del sector turístico) y por otra empeoraría la de los países netamente importadores. Lo que está claro es que el alza del dólar disuadirá a los europeos de viajar a EEUU y que buena parte de las compras en el otro lado del Atlántico dejarán de ser atractivas.

EL FIN DEL 'GIVE ME TWO'

El 'give me two' será más difícil el próximo verano para los españoles que viajen a EEUU. Por contra, las hordas de turistas del exterior lo tendrán más fácil para venir a España. La actual situación de casi deflación unida a tasas de cambio tan ventajosas para los extranjeros con dólares harán más atractiva la visita turística a nuestro país. Los inversores también están atentos a las consecuencias de un cambio en la paridad euro-dólar de esta magnitud. Las empresas cuya actividad se centra en la actividad exterior se verán beneficiadas de manera casi directa en su cuenta de resultados. Por contra, aquellas cuya base del negocio se asienta en la importación de productos sofisticados y pagados con dólares deben tomar medidas, si es que ya no lo han hecho. La evolución de los precios del petróleo, mientras ahoga la economía venezolana, es un verdadero balón de oxígeno para las economías europeas. Es una ayuda inestimable en un momento de debilidad en la divisa, ya que el petróleo se paga en dólares.

EL 'EFECTO DRAGHI'

En los actuales análisis que manejan los bancos de inversión, la paridad euro dolar parece casi por descontada. Explican esta evolución, no prevista hace solo un año, como la consecuencia lógica de la flexibilización monetaria del Banco Central Europeo (BCE), el débil crecimiento de Europa y sus altas tasas de paro e inflación negativa. El objetivo del BCE es evitar la deflación e incrementar los niveles de precios, por lo que el presidente del BCN, Mario Daghi, se ha empeñado por todos los medios en facilitar el crédito y favorecer la depreciación del euro.

Los analistas bursátiles, los mismos que se equivocaron hace un año, apuestan ahora por que las decisiones del BCE y el actual nivel de tipos de interés funcionen como verdadera gasolina para las bolsas. Según ese planteamiento, el dinero debería fluir hacia Europa desde una bolsa estadounidense con mal de altura. El dólar en forma de euro llegaría en ese caso a bolsas europeas todavía con gran potencial de subida. Según los analistas de Bankinter, por ejemplo, la mejora del contexto económico es evidente, con una mejora de la competitividad europea por la devaluación del euro y la caída del precio del petróleo.