El gigante de la distribución Amazon está dispuesto a disputar con argumentos la venta de ropa al comercio tradicional. La compañía ha anunciado esta semana que en fase experimental inicia el servicio 'Wardrobe' (armario), que permitirá a sus usuarios Prime (premium) tener gratis en casa durante una semana hasta 15 prendas para probárselas y decidir si las devuelven o las compran. Como una forma de vencer los frenos de cualquier consumidor, Amazon entra de lleno en niveles de servicio al cliente que aproximan la experiencia de compra a la que puede vivirse en una tienda física. Todavía no está previsto hacer pruebas similares en Europa.

En su página web, el gigante del comercio electrónico desgrana que, gracias a este servicio de "probador", los usuarios Prime no tendrán que hacer ningún desembolso por adelantado y solo pagarán por la ropa que decidan quedarse. Los usuarios deberán elegir entre tres y 15 prendas en el catálogo de Amazon, que abarca un millón de artículos de moda, y recibirán una caja con una etiqueta prepagada que se puede volver a cerrar para hacer devoluciones en un plazo de siete días.

En caso de que compren tres o cuatro prendas del envío, se les aplicará un 10% de descuento y si se quedan cinco o más, esta oferta se amplía al 20%, señala la compañía. Para devolver los objetos que no les convenzan, los usuarios podrán dejar la caja en una estación de la compañía de mensajería UPS o solicitar una recogida gratuita.

El servicio, que irá incluido en las suscripciones Prime sin coste adicional, se encuentra actualmente en fase de prueba y tiene habilitado un sistema de notificación para poder utilizarlo cuando se inaugure.

Los suscriptores Prime abonan una cantidad anual a cambio de ciertas ventajas, como la exención de costes de envíos en las mercancías compradas y el acceso a películas, música y libros del catálogo de Amazon.