El Gobierno parece haber aparcado sus planes para aplicar un nuevo impuesto a la banca con el que contribuir a financiar el pago de las pensiones. Según ha confirmado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en lo que sí está trabajando el Gobierno es en el diseño de una nueva tasa sobre las transacciones financieras, en la línea de la conocida como 'Tasa Tobin'.

Además, en una entrevista en la Cadena Ser, Sánchez ha confirmado que el proyecto de Presupuestos que el Gobierno prevé llevar al Congreso de los Diputados a finales de noviembre incluirá un nuevo impuesto al diésel, que no afectará a los camioneros y conductores profesionales.

El calendario presupuestario que maneja el presidente incluye la posible aprobación en el Congreso de los Diputados de unas nuevas cuentas para el 2019 a lo largo del "primer trimestre" del año próximo. En ningún caso, ha dicho, se prevé la prórroga de los actuales Presupuestos del 2018, confeccionados por el Gobierno de Mariano Rajoy. "Estos no son mis Presupuestos y a finales de noviembre presentaremos otros", ha dicho, sin llegar a aclarar si no aclara si agotaría la legislatura en caso de que no logre aprobar sus cuentas públicas.

MARCHA ATRÁS CON LA BANCA

Tras ser preguntado en la Cadena Ser por las dudas sobre la voluntad del Gobierno de implantar un nuevo impuesto sobre la banca, el presidente del Gobierno se ha limitado a contestar: "Nosotros vamos a aprobar un impuesto sobre transacciones financieras". Sánchez también se ha referido al objetivo de lograr una tributación mínima de las grandes corporaciones en el impuesto de sociedades.

En la práctica, esta respuesta supone aparcar una parte importante del Presupuesto alternativo que el PSOE presentó el pasado mes de abril; en aquel documento el PSOE de Pedro Sánchez defendía crear dos nuevos tributos que afecarían al sector financiero: un impuesto extraordinario sobre la banca y un impuesto sobre transacciones financieras. Para cada una de estas figuras, el documento había previsto una recaudación adicional de 1.000 millones de euros al año (2.000 millones en total).

En la actualidad, las negociaciones presupuestarias con el grupo de Unidos Podemos se centran en el nuevo tributo sobre transacciones financieras y en la reforma del impuesto de Sociedades, que también acabaría afectando a la banca, sin que parezca estar sobre la mesa la creación de un impuesto extraordinario.

DISGUSTO EN PODEMOS

Después de escuchar la afirmación de Sánchez sobre el impuesto a la banca, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha exigido al Gobierno "una rectificación, al menos comunicativa" que permita dejar claro el objetivo de "acabar con que los bancos no paguen impuestos". "Esperamos que esta rectificación la podamos revertir en las negociaciones y que podamos revertir los privilegios fiscales de la banca" ha dicho Echenique tras la reunión del consejo de coordinación de la formación morada.

En este sentido, Echenique ha admitido que la formación va a ser "flexible". "Si no quieren poner un impuesto a la banca, tendrán que explicar qué otro privilegio fiscal se pretende eliminar para financiar las mejoras sociales" que Podemos quiere introducir en el proyecto de Presupuestos, ha dicho Echenique.

El portavoz de Podemos también se ha mostrado crítico con los plazos presupuestarios que maneja Sánchez y que incluye la previsión de aprobar las cuentas en el primer trimestre del año próximo. "Estos plazos nos parecen demasiado largos", ha dicho Echenique. "Nos gustaría que no se prorrogaran ni un solo día los presupuestos del PP y trabajaremos para que así sea", ha añadido.

TRANSACCIONES FINANCIERAS

Desde la óptica del PSOE, el impuesto sobre transacciones financieras no va dirigido al gravamen de las entidades bancarias sino al tráfico financiero, con independencia de quién lo realice. En él ámbito de la Unión Europea ya se ha aprobado una propuesta de Directiva que prevé una tasa de este tipo, pero es una iniciativa que, por el momento, no cuenta con unanimidad. El Gobierno de Mariano Rajoy se propuso avanzar por esta senda, pero lo cierto es que nunca llegó a poner ninguna propuesta concreta sobre la mesa.

El PSOE aboga por impulsar un impuesto comparable al que ya está en vigor en algunos países europeos que no han esperado al proceso de armonización, tomando Francia como ejemplo, según figuraba en su documento programático del pasado mes de abril. El objetivo sería "desalentar la especulación financiera, que es la causa de la crisis financiera de 2008 y conseguir que el sector financiero contribuya más a los esfuerzos de recuperación de las finanzas públicas", según el citado documento.