Uno de cada cinco españoles, el 21,6% de la población, sigue en riesgo de pobreza y vive con menos de 8.522 euros al año. La parte positiva de la noticia es que este porcentaje, que refleja cuantas personas tienen ingresos excesivamente bajos respecto al total de la población, bajó un 0,7% en el 2016 (últimos datos publicados ayer) respecto al año anterior y rompió la tendencia al alza de los ejercicios anteriores, Así los constata la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El «riesgo de pobreza», explica el INE, mide la desigualdad, no la pobreza absoluta. Así, mientras los ingresos netos medios por persona y hogar en España aumentaron el 3,4% y el 3,1%, en un año, la tasa de pobreza descendió, comparada a las cifras presentadas el pasado año, pero lo hizo en menor intensidad que la subida de ingresos. El umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona se ha establecido en 8.522 euros anuales, y en 17.896 para los compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años.

En la primavera del 2016, momento en el que el INE elaboró, con datos del 2015, la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), las cifras mostraban que 22,3% de la población se encontraba en riesgo de pobreza y vivía con un máximo de 8.200 euros al año, valores que indicaban qué porcentaje llegaba a fin de mes con «mucha dificultad». Un año después, el estudio realizado en 2017 con datos del 2016, el resto de variables siguen sin ser muy alentadoras pese a mejorar algo más de tres puntos los ingresos respecto a las estadísticas de un año antes.

LAS TASAS DE RIESGO / Así, una de cada tres familias (34,4%) aún no podía permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año. Y en un porcentaje parecido, tres de cada diez hogares (37,3%), tampoco tenía ingresos suficientes para los gastos imprevistos. Las tasas de riesgo de pobreza más elevadas han sido las de Extremadura (38,8%), Ceuta (32,5%), Andalucía (31,0%), Canarias (30,5%) y y las más bajas a La Rioja y País Vasco (9,7%) y Navarra (8,3 %).

Por edad, la situación empeoró en el caso de los mayores de 65 años. El INE alertó del aumento de casi dos décimas (1,8 puntos) de la tasa de pobreza para esta franja, que se sitúa en 14,8%. El resto de grupos han decrecido ligeramente, aunque el de los menores de 16 años, supera en más de seis puntos (28,1%) al del conjunto adulto (21,9%).

Las estadísticas constatan el aumento de la desigualdad en los últimos. Si se establece un cálculo aproximado de un pago mensual de alquiler o hipoteca por cada miembro, la tasa de pobreza se reduce al 19,7% (ya que en España hay muchas viviendas en propiedad), al 8,9% para los mayores de 65 (en su mayoría propietarios de su vivienda) y al 28,3% para menores de 16 años.

Sin embargo, el porcentaje de ciudadanos que vive en riesgo de pobreza descendió al 26,6% (1,3 puntos menos que un año antes) si se utiliza el indicador Arope (siglas de At Risk Of Poverty or social Exclusión) que es el que figura en la estrategia Europa 2020 de la UE. Este indicador, tiene en cuenta también la baja intensidad de empleo y la carencia material severa, como no poder comer carne, pollo o pescado cada dos días, no tener coche, calefacción, o lavadora, o no disponer de 650 euros para gastos imprevistos, entre otros factores.

Un dato preocupante y que refleja el problema de los bajos sueldos es que un 14,1% de las personas ocupadas viven en riego de pobreza, por encima del 13% de los jubilados pero muy alejado del 44,6% de los parados.

El INE ha dividido a la población española en cinco grupos (cada uno contiene al 20% de los ciudadanos) en función de sus ingresos. De las cifras se concluye que el 41,6% con estudios superiores se encuentra en el quintil de mayores ingresos, mientras que el 42,2% de parados está en el peldaño de menores ingresos. Por tipo de hogar, el 39,6% de hogares formados por un adulto con hijos dependientes a cargo está en riesgo de pobreza.