La deuda pública y privada mundial ha alcanzado unos niveles históricamente elevados -hasta superar el 200% del PIB mundial en el 2015- que, según el Banco de Pagos Internacionales, exigen cambios profundos en las políticas económicas. “La economía mundial no puede permitirse depender por más tiempo del modelo de crecimiento alimentado por la deuda que la ha conducido a la actual coyuntura”, alerta el BPI (BIS por su sigla en inglés) en su 86ª Informe Anual difundido este domingo.

Según el organismo internacional que dirige el español Jaime Caruana, el volumen mundial de deuda pública y privada ha pasado desde el entorno de los 100 billones de dólares en el inicio de la crisis, en el 2007, hasta alrededor de los 150 billones en el 2015.

“La deuda ha actuado durante demasiado tiempo como sustituto político y social del crecimiento de los ingresos”, lamenta el informe cuya conclusión última es que la política monetaria de bajos tipos de interés, que tanto daño empieza a hacer al negocio de la banca, ha dejado de ser necesaria. “La economía mundial no está tan mal como se suele afirmar”, sostiene el informe.

"EL LÍMITE DE LO IMPENSABLE"

En la fase final del actual ciclo económico, el fenómeno del endeudamiento se ha visto alentado por los bajos tipos de interés impulsados por la política monetaria de los bancos centrales, que son precisamente los integrantes del BPI. En apenas año y medio el volumen de deuda pública con tipos de interés negativos ha pasado de 2 a 9 billones de dólares en junio del 2016, con el consiguiente impacto nocivo sobre los balances de los bancos que han comprado estos títulos. “Seguimos alargando los límites de lo impensable”, alerta el jefe del Departamento Monetario y Económico del BPI, Claudio Borio.

Hay países como China con tipos de interés negativos en deuda pública de hasta 15 años.Alemania ha estrenado tipos negativos en los bonos a 10 años. En España existen para títulos con plazo de hasta 3 años, según las notas del Banco de Pagos.

Desde el punto de vista del BPI (organismo internacional que agrupa a los 60 principales bancos centrales del mundo) “la persistencia de tasas de interés extraordinariamente bajas plantea dudas sobre su impacto en la rentabilidad y resiliencia de lasinstituciones financieras, la sostenibilidad de los precios de los activos y sobre la economía en sentido más amplio”. “Un sistema bancario más sólido y seguro contribuirá también a reforzar la economía: unos bancos mejor capitalizados prestan más fondos y unos creadores de mercado más fuertes favorecen la liquidez de mercado”, argumenta la institución.

En opinión del BPI, se debe “poner fin a la excesiva dependencia actual de lapolítica monetaria” y dar un mayor protagonismo a la “regulación prudencial” del sector financiero, la política fiscal y las reformas estructurales. Sobre todo porque, según afirma, “la economía mundial no está tan mal como se suele afirmar”.

"LA ECONOMÍA NO ESTÁ TAN MAL"

Según el organismo bancario ni siquiera se puede hablar con propiedad de una “recuperación anémica” como se hace con frecuencia. Al contrario, “las tasas de crecimiento no se encuentran lejos de su media histórica”. De ahí que el BPI no encuentre explicación al contraste existente “entre el crecimiento mundial que ronda sus promedios históricos y las tasas de interés en niveles tan bajos”.

“El producto mundial volvió a crecer menos de lo esperado, si bien el 3,2% registrado en el 2015 rozó el del 2014 y se acercó al promedio del periodo 1982-2007” sostiene el informe. Además -añade para reforzar su argumentación- “las tasas de desempleosiguieron reduciéndose” y “a finales del 2015 la tasa agregada descendió al 6,5%, su nivel del 2008” (el 20,9% en España). En sucruzada contra los bajos tipos de interés, el organismo que dirige Caruana ha llegado a apelar a la lucha contra la desigualdad social.

Bajo este diagnóstico, el BPI llama a afrontar problemas económicos más precisos (como la baja productividad, la deuda elevada y menor margen de maniobra para las políticas), acabando con la excesiva dependencia de la política monetaria y los tipos de interés bajo mínimos. “Necesitamos políticas de las que no tengamos que volver a arrepentirnos cuanto del futuro se convierta en presente”, sentencia el BPI en su 86º informe anual.

LOS BANCOS CENTRALES, LISTOS PARA ADOPTAR MEDIDAS POR EL 'BREXIT'

El director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Jaime Caruana, ha asegurado en la asamblea general anual del BPI, celebrada este domingo en Basilea (Suiza), que los bancos centrales "están preparados para adoptar las medidas necesarias para garantizar el funcionamiento de los mercados" tras el ‘brexit’ (salida del Reino Unido de la UE). El directivo ha agregado que el resultado del referéndum en el Reino Unido "ha generado una elevada volatilidad en los mercados financieros" pero que podrá contenerse.

"Los bancos centrales ya han comunicado que están siguiendo la situación de cerca y que están preparados para adoptar las medidas que sean necesarias para garantizar el funcionamiento ordenado de los mercados", ha hecho hincapié Caruana."En el pasado, los bancos centrales han actuado con rapidez y ahora están dispuestos a volver a hacerlo, y cuentan con las herramientas necesarias para ello", ha añadido el director general del BPI.

Caruana ha pronosticado que "es probable que se abra ahora un periodo de incertidumbre y ajustes" porque "el Reino Unido está estrechamente integrado en la economía mundial y alberga uno de los centros financieros más importantes del mundo" en Londres. "Con una adecuada cooperación a nivel mundial, estoy convencido de que esta incertidumbre puede quedar contenida y que los ajustes se realizarán de la manera más suave posible", ha añadido Caruana en la asamblea.