El Banco Sabadell espera incrementar sus beneficios cerca de un 80% al final de los próximos tres años con su nuevo plan de acción. Ello supondrá pasar de unos 800 millones de euros registrados en el 2017 a unos 1.500 millones de euros (1.450 si se cumplen las expectativas), según se desprende del nuevo plan estratégico del banco presentado ayer a los analistas bursátiles en Londres. La entidad, que dispone de una capital de 10.000 millones de euros, espera obtener en ese periodo un rendimiento del patrimonio tangible (ROTE) del 13%, lo que da como resultado ese significativo aumento de los resultados del banco en el 2020.

El nuevo marco de rentabilidad de la entidad que preside Josep Oliu se basa en un crecimiento significativo de los ingresos, una mejora de la eficiencia, gracias a una profunda renovación tecnológica. Aunque según Oliu, existen riesgos políticos que pueden amenazar el crecimiento en el entorno internacional, se prevé un escenario de mejora del PIB en el periodo que abarcar al plan. La esperada y progresiva subida de los tipos de interés en Europa -todavía débil en el 2018, pero más ostensible en el 2019- contribuirá a la mejora de los ingresos. Pero, asimismo, el mayor dinamismo del mercado inmobiliario ayudará a la reducción de los activos no productivos. La entidad espera reducir esos activos inmobiliarios dudosos a un ritmo de 2.000 millones anuales durante los próximos tres años.