El Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido este jueves sin cambios los tipos de interés oficiales en los niveles mínimos históricos en que llevan instalados desde hace años. El tipo principal, así, ha quedado en el 0% en el que se situó en marzo del 2016 y el banco central seguirá cobrando a los bancos por tomar sus depósitos como lleva haciendo desde junio del 2014 (desde marzo del año pasado les penaliza con el 0,4%). También el programa de compra de activos (deuda pública y privada) se ha mantenido sin cambios.

El mercado daba por descontada estas decisiones. De lo que realmente están pendientes los inversores es de la rueda de prensa que dará el presidente de la institución, Mario Draghi, tras la reunión del consejo de gobierno. El italiano alentó las expectativas de un próximo cambio de la política monetaria durante una reunión anual de banqueros centrales que organiza el BCE en Sintra (Portugal).

"A medida que la economía se recupera, el banco central puede acompañar la recuperación ajustando los parámetros de sus instrumentos", anunció entonces, provocando una fuerte subida del euro. Un posible cambio de estrategia que justificó en que "las presiones deflacionistas han dado paso a las presiones reflacionistas" y en que la política está dejando de ser una "nube de incertidumbre" gracias al impulso de las reformas y la cohesión europea.

CUESTIÓN DE MATICES

El BCE matizó después su mensaje y enfrió las expectativas del mercado de una pronto inicio de la retirada gradual de las medidas extraordinarias para apoyar la recuperación. Los analistas no preven que Draghi realice ningún anuncio en este sentido este jueves, pero están a la espera de algún cambio en su discurso habitual sobre la situación económica que dé pistas sobre sus futuros planes.

En su anterior comunicado, la institución ya retiró la referencia a que los tipos podrían bajar aún más y cambió su valoración de los riesgos para el crecimiento, de "a la baja" (es decir, de provocar un crecimiento menor del esperado) a "equilibrados". Algunos expertos esperaban que este jueves el BCE quitase la mención a que el programa de compra de activos (deuda pública y empresarial) podría aumentar en su dimensión o duración (en principio acaba en diciembre), pero el BCE lo ha mantenido, así como el de que los tipos seguirán bajos durante un largo periodo de tiempo posterior a la retirada de las adquisiciones de deuda.

MENSAJES FUTUROS

La mayoría de los analistas prevé que Draghi se reserve para septiembre (el día 7 revisará sus previsiones de crecimiento e inflación) u octubre el anuncio de la disminución de la compra de activos, que se iniciaría en el primer semestre del 2018. A su juicio, a mediados del año que viene podría elevar la facilidad de depósito (el tipo que cobra a los bancos por tomar su dinero) y a finales del ejercicio podría anunciar la primera subida de los tipos de referencia.

La retirada de estímulos busca evitar la creación de burbujas. La economía y el empleo, así, van mejor de lo previsto. Sin embargo, tampoco puede ser muy rápida porque la inflación continúa por debajo del objetivo oficial del BCE (que esté por debajo pero cerca del 2%). Así, el último dato de variación de precios de la eurozona se situó el 1,3%, su nivel más bajo desde diciembre, y la subyacente (la que más sigue el BCE porque es menos volátil al no incluir la energía) quedó en el 1,2%.