La Comisión Europeano tiene mecanismos para investigar directamente si el principal fabricante de coches europeo,Volkswagen, cometió fraude o no falseando las emisiones de NOx y CO2, pero la preocupaciónsobre las repercusiones que este escándalo puede tener para Europaes creciente. «La confianza del público está en juego. Es de suma importancia que la Comisión Europea y los Estados miembros muestren voluntad política para aplicar las reglas», advierte el legislador en una carta remitida a los Veintiocho a quienes pide información sobre el resultado de sus respectivas investigaciones antes de que termine noviembre.

La misiva firmada por los comisarios de industria, Elzbieta Bienkowska, y de Acción por el clima y energía, Miguel Arias Cañete, está dirigida en el caso español a la ministra de agricultura, alimentación y medio ambiente, Isabel García Tejerina. En ella, piden datos para aclarar dos interrogantes.

Para empezar, si los gobiernos han recibido información sobre posibles irregularidades relativas a la certificación de emisiones de CO2. Y, en segundo lugar y si es relevante, cuántos de los nuevos vehículos registrados en España en el 2012, el 2013 y el 2014 podrían estar afectados por este tipo de irregularidades. «Les agradeceríamos aporten la información para finales de noviembre», reclaman en la carta a la que ha tenido acceso El PERIÓDICO DE CATALUNYA.

La compañía admitió el pasado martes la existencia de irregularidades en las emisiones de dióxido de carbono, que podían afectar a unos 800.000 coches de ocho modelos distintos, y estableció que los niveles, y por tanto las cifras de consumo de algunos modelos, fueron muy bajas durante el proceso de certificación de las emisiones de gases contaminantes.

«La Comisión no estaba al corriente de ninguna irregularidad respecto a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de Volkswagen antes de su anuncio y estamos muy preocupados», sostienen en la carta enviada el jueves. «Queremos el apoyo de los Estados miembros para determinar cómo y por qué ha ocurrido esto», dicen recordando que son las autoridades nacionales quienes tienen la responsabilidad de garantizar que los fabricantes cumplen con la legislación europea dirigida a regular el consumo de combustible y las emisiones de CO2.

El Ejecutivo comunitario ya está en contacto con la autoridad federal alemana (KBA) que investiga las irregularidades y espera un primer análisis pronto aunque reconoce que es necesario que otros Estados miembros hagan el mismo trabajo.

PODER SANCIONADOR

«Nos gustaría animar a los Estados miembros a que realicen las investigaciones necesarias para verificar si hay fabricantes que no han respetado la legislación en relación a las emisiones de CO2», reclaman sobre un ámbito en el que Bruselas sí tiene poder para imponer sanciones cuando constata que un fabricante ha emitido CO2 por encima de su límite. Hasta ahora, hay ocho países, entre ellos España, que ya habíann anunciado su intención de investigar el trucaje de NOx destapado en Estados Unidos y que han llevado a Volkswagen a notificar pérdidas por primera vez en quince años.