La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se han enzarzado este viernes en una discusión en Twitter sobre el espinoso asunto de los desahucios. Unas declaraciones del director general de CaixaBank, Juan Antonio Alcaraz, en las que consideraba que los desahucios forman parte de una "leyenda urbana" para desacreditar a los bancos fueron el detonante de una polémica que Puigdemont aprovechó para ajustar cuentas por el traslado de la sede del banco.

La alcaldesa de Barcelona replicó en Twitter al ataque de Puigdemont contra CaixaBank recordando que el PDECat votó a favor de los intereses de los bancos al apoyar la ley de desahucios exprés, junto al PP y Ciudadanos. Colau, experta en el tema de los desahucios por su pasado como portavoz de la Plataforma de Afectados de la Hipoteca (PAH), considera que la falta de medidas políticas agravó la crisis de los desahucios con casos especialmente injustos, al margen del lícito derecho de los propietarios a cobrar por el uso de sus viviendas.

Alcaraz, en el marco de una conferencia en la escuela de negocios IESE, defendió el derecho de los bancos a exigir el cobro de las deudas: "Ahora lo que está bien visto es no pagar las deudas y, encima, tienes una garantía hipotecaria que no puedes ejecutar", criticó Alcaraz, quien aseguró que la banca ha refinanciado casi 300.000 hipotecas intentando no desahuciar a nadie. Cuando un inquilino no paga el propietario acaba procediendo al desahucio, explicó el directivo de CaixaBank, y aseguró que desde un punto de vista empresarial, la actividad bancaria se complica si el banco tiene que encargarse también de la venta de inmuebles. "Es un tema muy demagógico y nosotros podemos decir con la cabeza muy alta que durante toda la crisis hemos refinanciado con las fórmulas más imaginativas posibles que se nos han podido ocurrir para que luego venga un regulador que diga que hay un modelo que dice no se qué y que tengo que hacer una provisión. Es de locos", lamentó.