Otra jornada que prolonga la incertidumbre de la semana pasada y que mantiene a los índices europeos en los mismos niveles de finales de junio, cuando Gran Bretaña decidió en referendum abandonar la UE. La inexistencia de grandes datos macroeconómicos sumió a los corros europeos en unas cotizaciones volátiles aunque cortas de recorrido y de volumen de transacciones. Del otro lado del Atlántico llega un mensaje cada vez más nítido: todo va a depender de si se confirma que la Fed puede afrontar ya, en su reunión de septiembre, otra subida de tipos. El vicepresidente de la Reserva Federal, Stanley Fisher, se ha sumado a las posiciones alcistas ya conocidas de los gobernadores de las reservas de Nueva York y Georgia. El Ibex 35, dubitativo toda la jornada remontó un 0,20% a final de sesión animado por los bancos y se quedó en los 8.468 puntos.