El multimillonario fundador de Tesla, Elon Musk, ha revelado nuevos detalles del Model 3 que hacen más atractivo este vehículo, en un momento en el que tanto el fabricante de automóviles eléctricos como él mismo están siendo cuestionados por analistas y expertos.

En una serie de tuits en las últimas horas, Musk anunció que habrá dos versiones del Model 3: una ya conocida con tracción a dos ruedas y otra, hasta ahora desconocida, con tracción a las cuatro ruedas (AWD). Esta última versión estará dotada con dos motores eléctricos, uno en la parte delantera y otro en la trasera.

Musk aseguró que el Model 3 AWD tendrá una velocidad punta de 155 millas por hora (250 kilómetros por hora), una aceleración de 0 a 60 millas (0 a 96,5 kilómetros por hora) en menos de cuatro segundos y una autonomía de 310 millas (casi 500 kilómetros).

PRECIO ALGO ELEVADO

El inversor y magnate también reveló que el precio básico del Model 3 AWD será de 78.000 dólares (unos 66.500 euros). El Model 3 con tracción a dos ruedas tendrá una velocidad máxima de 140 millas por hora (225 kilómetros por hora) y una aceleración de 0 a 60 millas en 4,5 segundos.

El anuncio de Musk sobre los detalles del Model 3 se produce cuando tanto Tesla como el emprendedor atraviesan uno de los momentos más difíciles de su historia.

Tesla, que ya produce otros dos vehículos eléctricos de lujo, la berlina Model S y el todocaminos SUV Model X, ha sido incapaz de cumplir sus objetivos de producción del nuevo Model 3, un vehículo que Musk catalogó como el primer automóvil de producción masiva de la compañía.

La producción del Model 3 en la única planta de montaje de Tesla, localizada en la localidad californiana de Fremont, ha estado plagada de problemas que han impedido que la compañía esté fabricando las 5.000 unidades a la semana que Musk había prometido inicialmente.

Musk ha reconocido que gran parte de los problemas son fruto de su insistencia de automatizar al máximo la producción de vehículos, especialmente en lo referente a la instalación de la batería en la plataforma del Model 3. Para solucionar esos problemas, Tesla ha anunciado que a finales de mayo se verá obligada a parar, una vez más, la producción del Model 3 durante al menos seis días.

Musk cree que tras el parón, Tesla podrá producir 500 unidades del Model 3 al día, según un correo electrónico que el empresario envió a sus empleados. Pero los problemas de producción son sólo una de las dificultades que acosan a Tesla. El estilo empresarial de Musk empieza a emerger como, quizás, el mayor obstáculo.

PÉRDIDA DE EJECUTIVOS

En las últimas semanas, múltiples medios de comunicación han revelado que Tesla ha perdido altos ejecutivos, al menos 10 según algunas fuentes, en los últimos seis meses. Aunque Tesla ha relacionado estas pérdidas con la "amplia reorganización" que Musk anunció el pasado lunes, lo cierto es que la salida de los ejecutivos se produjo antes de que la empresa pusiese en marcha la reestructuración.

Los abandonos en el cuerpo directivo de Tesla también se producen cuando los inversores han empezado a dejar claro en público sus dudas sobre la dirección de la compañía, especialmente ante el constante aumento de las pérdidas.

La firma de inversiones Goldman Sachs señaló hace pocos días que Tesla necesitará más de 10.000 millones de dólares para 2020 si quiere seguir con sus planes empresariales, lo que en la práctica diluirá el valor de las acciones de la compañía.

El aumento de las críticas de la comunidad financiera a la marcha de Tesla coincide con la creciente oposición a algunos de los principales aliados de Musk en el Consejo de Dirección de Tesla.

Al menos un grupo inversor, CtW, ha recomendado a los accionistas de Tesla que voten contra la renovación de Antonio García, Kimbal Musk (hermano de Elon Musk) y James Murdoch, todos muy cercanos a Musk, en la Asamblea anual de la compañía que se celebrará el próximo 5 de junio. CtW también ha criticado a otro amigo de Musk en el Consejo de Dirección, Steve Jurvetson, que lleva meses de baja sin que se sepa por qué.