El Mobile World Congress (MWC), la mayor feria de tecnología móvil del mundo, empezó ayer su edición más extraña en Barcelona, marcado en principio por las posibles consecuencias derivadas del clima político en Cataluña. En este ambiente, el MWC recibió ayer dos buenas noticias, Una, que en la feria de lo que se habla es de tecnología, no de lo que pasa fuera. Y segundo, que grandes empresas del sector de las telecomunicaciones como Vodafone y Telefónica -miembros destacados de la GSMA que organiza el congreso- han defendido a ultranza que el congreso siga en Barcelona.

El Mobile vivió un lunes como el de otros años: lleno absoluto en el recinto. Fuentes de la GMSA aseguraron que no había habido incidencias destacables, y que los números de visitantes de la jornada habían sido similares a los del 2017. «Aquí de lo que se habla es de tecnología, de novedades, de innovación. Es lo que importa... el otro debate (la sede del congreso, la polémica de la cena institucional) solo importa a nivel local», explicaba el responsable en España de una importante firma internacional.

A nivel local, el futuro de la feria volvió a ser el tema estrella ente la prensa local y las autoridades. Hubo inauguración oficial en la que participaron, entre otros, el Rey, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, o el ministro de Energía, Álvaro Nadal. El clima fue de normalidad, pero en discursos posteriores hubo, cómo no, referencias al futuro. Nadal afirmó que se precisa «normalidad institucional» para asegurarse la continuidad de la cita en la ciudad. «Riesgo (de que se vaya) hay, ahora y desde antes», agregó.

Colau recordó que la GSMA tiene contrato para celebrar el MWC en Barcelona hasta el 2023, y se mostró convencida que se cumplirá. Al mismo tiempo, algunos responsables de estands confirmaban a este diario que estos días han firmado los contratos para ser expositores en la feria en Barcelona el próximo año.

Además, la ciudad recibió el espaldarazo de dos importantes pesos de la industria. Primero, fue el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, que afirmó en la sesión inaugural que Barcelona es, «sin ninguna duda», «el mejor lugar para celebrar el MWC». «Esta ciudad tiene todos los ingredientes para continuar siendo la capital del MWC», completó.

EL LUGAR IDÓNEO / Más tarde Vodafone dio apoyo a la ciudad. El consejero delegado del grupo, Vittorio Colao, afirmó: «Barcelona es el lugar idóneo para este congreso». «Ayer comenté (en la cena institucional) que Vodafone da su absoluto apoyo para que el MWC se mantenga en Barcelona», reveló Colao,Aunque en la feria de lo que se habló fue de tecnología, de innovación y de regulación. Hubo nuevos teléfonos (como los de Sony), anuncios sobre el 5G, aplicaciones de internet de las cosas y un debate sobre la neutralidad en la red.

En la conferencia estrella del día, Andrus Ansip, vicepresidente de la Comisión Europea, y Ajit Pai, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, debatieron sobre internet. El primero defendió que la neutralidad (que no se puedan discriminar datos, pues en la red todos los bits son iguales) debe existir y estar regulada, garantizando la libertad y el libre acceso, pero con una excepción: contenidos ilegales como los relacionados con el terrorismo. Pai defendió la desregulación con el argumento de que en EEUU no hubo ley entre 1996 y 2015 y que el mercado creció, y que actualmente existe suficiente competencia. Dos visiones enfrentadas, pero con un objetivo común: con o sin regulación, esperan ser líderes en implantación del 5G.