La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, afirmó ayer que los gobiernos de España, Francia, Italia y Portugal van a «trabajar conjuntamente» y «aunar esfuerzos» para que la Comisión Europea tome medidas que ayuden a paliar la crisis de precios que sufre el sector lácteo. Así lo indicó tras una reunión de trabajo con los ministros de Agricultura de Francia, Stéphane Le Foll; de Italia, Maurizio Martina; y de Portugal, Assunçao Cristas.

Los titulares de Agricultura de los cuatro países prepararon la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) sobre la crisis del sector lácteo del 7 de septiembre.

SEIS PETICIONES

Todos ellos irán «conjuntamente a defender una misma posición», dijo García Tejerina, quien explicó que se pedirá una revisión de precios de intervención de la leche desnatada en polvo, volver a abrir el almacenamiento privado del queso y un incremento de los anticipos de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC). También se planteará una mejora de la promoción de los productos lácteos y una mejor financiación a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

La ministra de Agricultura consideró «que hoy ya es posible adelantar a los ganaderos europeos» el aumento del anticipo de la PAC del 50%, ya que «para paliar la situación de algunas de las explotaciones que venden por debajo de los precios de producción es importante inyectar liquidez», añadió.

DEMANDAS DE LOS GANADEROS

El pasado jueves, los ganaderos lácteos españoles, franceses y portugueses enviaron una carta a sus gobiernos para reclamar medidas urgentes que eviten el cierre de «miles de explotaciones». Los ganaderos exigen un precio «justo» para la leche que se mantenga en el tiempo y que cubra los costes de producción.

El sector español estima que el coste de producción de un litro de leche es de 0,34 céntimos, mientras que la media de lo que se está pagando a las explotaciones está entre los 0,28 y 0,29 céntimos. La ministra dijo que fijar un precio es «contrario a la normativa comunitaria» y que además sería «tremendamente perjudicial para los propios ganaderos». «Si se pudiera ya lo habríamos hecho», expuso.

Respecto a la medida que en esta línea ha adoptado el Gobierno francés, su ministro aclaró que lo que se ha establecido en el país vecino no es un precio mínimo de la leche, sino un «mecanismo de mediación» directamente vinculado con el departamento de Hacienda con el objetivo de buscar acuerdos entre los diferentes agentes del sector.