La inflación europea sigue bajo mínimos o en tasas negativas. Los mercados europeos lo combinan con que no hay señales de que el BCE vaya a revisar sus tipos por una larga temporada. Por lo tanto, hay recorrido para que las empresas inviertan y los consumidores se animen, sobre todo si hay crédito barato y abundante. Con todos estos deseos, los corros de todo el continente se animaron y cerraron en zona verde. El único contrapeso vino de Wall Street: el requerimiento fiscal de la UE a Apple no gustó y además el vicepresidente de la Fed, Stanley Fischer volvió a insinuar que la subida de tipos del dólar estaría justificada por la mayoría de indicadores. El Ibex se acercó al techo técnico de los 8.700 puntos: recuperó un 0,8% hasta los 8,685 puntos.