Activistas de Greenpeace han desplegado este jueves pancartas y globos negros en una acción simultánea ante las sedes de las principales eléctricas españolas, para denunciar la contaminación y la política de bloqueo de estas empresas a las energías renovables. En las sedes principales de Endesa (Madrid), Iberdrola (Bilbao) y Gas Natural Fenosa (Barcelona) cientos de ecologistas, portando numerosos globos negros simulando la polución, han querido devolverla a las empresas que "más contaminan" en España, según un comunicado remitido por la organización.

Greenpeace ha exigido a Endesa que asuma su compromiso para hacer frente al cambio climático y que se comprometa a presentar durante este año un calendario de cierre para antes de 2025 de sus seis térmicas de carbón.

Greenpeace ha denunciado que el Gobierno apoya la política de encarecimiento de la factura de la luz y del gas que practican estas compañías eléctricas, a las que se les conceden subvenciones para mantener el negocio de sus centrales térmicas y nucleares.

Según la organización, estas ayudas permitieron que en 2016 Endesa, Iberdrola y Gas Natural, obtuvieran beneficios de 5.463 millones de euros, mientras que entre las tres, solo en 2015, emitieron cerca de 49 millones de toneladas de CO2, lo que las posiciona entre las 10 empresas que más contribuyen al cambio climático del país.

Para Tatiana Nuño, responsable de campaña de cambio climático de Greenpeace, con esta acción se ha querido "devolver simbólicamente la contaminación ambiental y gases de efecto invernadero que generan las principales empresas eléctricas del país, pero podríamos haber puesto el foco sobre el Gobierno que apoya y tolera esta situación".

Esta actividad se enmarca dentro del Break Free, un movimiento global contra el cambio climático que persigue por todo el mundo que la ciudadanía se libere de la dependencia de las energías sucias y con tal fin se han realizado más de 100 actividades en 60 países dentro de este movimiento descentralizado.