Sin atisbo de autocrítica y mediante un relato triunfalista, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha defendido este martes que el rescate financiero que pidió su Gobierno sirvió para "evitar la salida de España de la zona euro sin que los depositantes sufrieran pérdida alguna". La principal culpa de la crisis, ha señalado, fue básicamente del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. "La prosperidad de nuestro país no impidió la acumulación de desequilibrios, especialmente tras el 2003", ha defendido sobre la época de bonanza en la comisión de investigación de la crisis en el Congreso.

Ha exculpado, así, a los Ejecutivos de Aznar, de los que fue alto cargo bajo la dirección del vicepresidente y su hoy enemigo Rodrigo Rato. El ministro ha destacado que los mayores crecimientos del crédito y de los precios inmobiliarios, así como la mayor pérdida de la competitividad, se produjo "desde el inicio del siglo XXI, pero sobre todo desde el 2004". Es decir, el año en que Zapatero ganó sus primeras elecciones generales. Los superávits presupuestarios de aquel Ejecutivo, ha defendido, "no era más que un espejismo que duró hasta que se desplomó la construcción".

Guindos también ha criticado que "no fue hasta finales del 2008 que se empezaron a tomar medidas", pese a las "señales alarmantes" que daba la economía española y a pesar que la crisis internacional ya había estallado. El Plan E de inversión inmobiliaria, ha añadido, "únicamente sirvió para desequilibrar más las cuentas públicas sin estimular la economía".

Ayudas a fondo perdido

Además, ha asegurado que el Gobierno anterior se dedicó a "dar dinero a fondo perdido" sin reformar el sistema financiero, mientras que su Ejecutivo optó por dar una "respuestas integral" a los problemas bancarios. En este sentido, ha afirmado que Zapatero "incentivó" la salida a bolsa de Bankia con la ley que fijaba unos requisitos de capital menores para las entidades cotizadas. Aunque no le ha citado directamente, también ha negado varias de las acusaciones que le lanzó Rato hace unos días en la misma comisión. Así, ha asegurado que su exjefe fue el que le comunicó su "decisión de dimitir", rechanzando por tanto haberle exigido su salida.

También ha defendido que los 22.424 millones de euros en ayudas recibidos por Bankia no fueron una imposición del actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, sino fruto del análisis encargado a la firma Oliver Wyman dentro del proceso del rescate financiero europeo. Asimismo, ha sostenido que la caída del banco no fue culpa suya, como afirmó Rato, sino que las dudas sobre el grupo financiero ya habían sido señalados como el principal problema de España y de la zona euro por el Fondo Monetarios Internacional, las instituciones europeas y los bancos de inversión.