La propia Hacienda está sorprendida por la marcha del impuesto de sociedades. La evolución del tributo que grava los beneficios de las empresas "continúa siendo errática y de difícil interpretación", según el informe de recaudación de mayo de la Agencia Tributaria. Algunas de las explicaciones tienen que ver con los vaivenes en la regulación del gravamen, al que se le quitó incialmente el pago fraccionado mínimo que se había impuesto durante la crisis y que a finales del año pasado se recuperó ante el desplome registrado por los ingresos.

El volumen de recaudación en mayo se desplomó el 66%, hasta los 181 millones, mientras que en los cinco primeros meses acumula una recaudación de 2.213 millones frente -539 millones (más devoluciones que ingresos) en el mismo periodo del año pasado. Eso supone, según el mismo informe, un volumen "anormalmente alto".

Tratando de encontrar explicaciones, la Agencia Tributaria las halla en el hecho de que los resultados se comparan con un ejercicio, el pasado, en el que el primer pago fraccionado fue "muy pequeño", después de que se eliminaran los anticipos mínimos que se impusieron en ejercicios anteriores para incrementar la recaudación.

PAGO FRACCIONADO DE QUITA Y PON

Esta evolución fue la que precisamente llevó al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a recuperar y elevar el porcentaje de un nuevo pago fraccionado mínimo para las grandes empresas partir de octubre pasado, que se ha notado durante la primera parte del ejercicio actual.

Y el tercer factor que baraja Hacienda para esta evolución errática del tributo es que en mayo del año pasado hubo unos ingresos muy elevados por actas de inspección.

Es por ello que asegura que hay que eliminar todas estas "distorsiones" para comparar ingresos homogéneos sin medidas normativas y sin liquidaciones practicadas por la Adminsitración. Si se hace esta forma, el resultado es un crecimiento de los ingresos hasta mayo del 8,5%, según la Agencia Tributaria.