Iberdrola ha cerrado el ejercicio del 2017 con un impacto económico de 852 millones de euros en la Comunitat Valenciana, ratificando así su papel como uno de los principales motores económicos de esta región, en la que, durante el pasado año, realizó compras por más de 264 millones a más de 800 empresas valencianas e invirtió 186 millones de euros. En cuanto al impacto fiscal de su actividad económica en la Comunitat fue de 284 millones de euros, mientras que los salarios y otras retribuciones alcanzaron la cifra de 118 millones sobre una plantilla que ya asciende a cerca de 1.850 personas.

Estos números se dieron a conocer ayer coincidiendo con la reunión de la junta general de accionistas que la compañía realizó en Bilbao, presidida por el máximo responsable del grupo empresarial, Ignacio Galán.

La Comunitat es una de las que más proveedores ha aportado a lo largo del pasado ejercicio a Iberdrola, además en esta autonomía la compañía cuenta con 33.000 accionistas que este año se beneficiarán de un aumento del 4,2% en su retribución con respecto a 2017. De esta forma, y teniendo en cuenta que estos accionistas poseen un total de 111.109.866 títulos de Iberdrola, la empresa les repartirá una retribución con cargo a 2017 de cerca de 37 millones de euros.

Iberdrola tiene previsto culminar este año el desarrollo del proyecto de implantación de las redes inteligentes en la Comunitat, un despliegue que ha supuesto ya la reforma de alrededor de 18.000 centros de transformación y la sustitución de más de 3,3 millones de contadores tradicionales por los nuevos equipos dotados de telegestión en toda la región, con potencia contratada igual e inferior a 15 kilovoltios (kV), la práctica totalidad de todo su parque de contadores (el 99,4%). Así, solo en Castellón, de los 451.400 contadores existentes en esta provincia, han sido sustituidos 451.158 (el 99,9% del total).