Otros nueve exconsejeros de Caja Madrid han defendido esta mañana ante el juez Fernando Andreu y el fiscal anticorrupción, Alejandro Luzón, la legalidad de las tarjetas opacas al fisco, pero han reconocido que no se hablaba de ellas ni entre los exmandos ni en los consejos de administración. Asimismo, en la sesión de hoy, varios imputados han revelado que Hacienda les ha realizado una inspección que en, en algunos casos, ha terminado en una complementaria.

Al igual que el día anterior los imputados han sostenido que no se preocuparon de si el dinero de estas tarjetas se declararon a Hacienda. También han insistido en que el uso de este dinero de plástico era mixto, es decir, estaba destinado a gastos de representación o personales.

El juez y el fiscal, según fuentes presentes en la declaración, han estado muy duros con la mayoría de los imputados y especialmente con el exsecretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez Ponga, a quien el togado le ha preguntado si sus abundantes gastos en el Corte Inglés eran gastos de representación. Este acusado le ha explicado que acudía a este centro comercial para comprar regalos, pero no pudo facilitar el listado de las personas agraciadas porque ha pasado mucho tiempo.

El resto repitió casi la misma versión. En la sesión de hoy no ha comparecido Antonio Romero que ha sido convocado para mañana junto a otros siete exaltos cargos con los que terminara esta ronda de interrogatorios sobre el uso de las tarjetas b. Será entonces cuando el juez decida si impone las fianzas civiles que ha pedido el fiscal para la mayoría de los imputados.