Miles de pensionistas llenaron ayer las principales plazas de más de una setentena de ciudades españolas en manifestaciones para protestar contra la escasa subida del 0,25% de las pensiones por parte del ejecutivo de Mariano Rajoy. La protesta la convocó la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones y la secundaron un nutrido grupo de colectivos, entre los que había las dos centrales mayoritarias, CCOO y UGT .

Una de las más numerosas y también en la que se produjo mayor tensión fue la manifestación que se celebró en Madrid. Miles de jubilados ocuparon al mediodía la plaza de las Cortes de Madrid frente al Congreso de los Diputados, lograron cortar el tráfico en la Carrera de San Jerónimo, e incluso en algún momento llegaron hasta la escalinata del Congreso, hecho que no sucedió ni en las marchas del 15-M, tras superar el cordón de la policía, que no se esperaba una concentración tan masiva. Los manifestantes exigieron ante el Parlamento «pensiones dignas» con subidas al ritmo de la inflación y la derogación del actual índice de revalorización.

Los jubilados respondieron a los intentos de la Policía por contener su avance con gritos de «Somos pensionistas, no terroristas». La protesta se inició a las 11 de la mañana y los pensionistas empezaron a retirarse de la zona a partir de la una.

CAMBIAR LA LEY / Una delegación de las entidades registró un escrito en el Congreso en el que reclaman «romper el bloqueo político de PP y Ciudadanos» para cambiar la actual legislación de pensiones. Entre otras medidas, exigen que las pensiones aumenten al menos como el IPC y que los Presupuestos Generales del Estado incluyan partidas que aseguren el equilibrio de la Seguridad Social. Durante la protesta varios diputados de Podemos, IU, En Comú Podem y En Marea se sumaron a la concentración.

Junto a la concentración de Madrid, otra de las más numerosas se vivió en Bilbao. En Valencia, frente al Ayuntamiento, los manifestantes han hecho una quema de cartas de las enviadas por el Gobierno para informar de la subida del 0,25 % de las pensiones en 2018. En la de A Coruña, el alcalde de la ciudad, Xulio Ferreiro, recalcó que esta subida es «indignante» y que está en juego el futuro de todos. También en Zaragoza, los convocantes subrayaron que la insuficiencia de las pensiones es «un problema de toda la sociedad». Además, hubo protestas en Pamplona y Valladolid, entre otras ciudades.

Las protestas tendrán continuidad cada 15 días, según los organizadores y por ahora ya están convocadas manifestaciones el 1 y el 15 de marzo.

El Consejo de Ministros aprobó el pasado 29 de diciembre de 2017 la revalorización de las pensiones en un 0,25% para el 2018, el mínimo legal previsto. Algo que los diferentes colectivos que secundan las protestas consideran insuficiente. «Es una vergüenza una subida tan insignificante mientras el gobierno del PP no duda en inyectar miles de millones de euros del erario público en rescatar autopistas privadas o para casos como el Castor», declararon desde UGT.

Desde CCOO reclaman unas pensiones «dignas» y reivindican reabrir la negociación colectiva que supuso el Pacto de Toledo, para vincular la subida de las pensiones a la evolución del IPC. Así lo manifiesta Jaime Gabarró, responsable de organización de la federación de pensionistas y jubilados del sindicato, que reivindicó la titularidad y prestación pública del modelo.

Actualmente el 60% de pensionistas perciben una cantidad por debajo de los 1.000 euros al mes, de acuerdo a la estadística más reciente publicada por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Dentro de ese numeroso grupo, un 15% de los jubilados cobran un máximo de 500 euros.

Esta protesta se enmarca en un ciclo de movilizaciones en defensa de una mayor subida de las pensiones, que ya ha originado protestas en los días previos.