Nueva voz de alarma del Banco de España por las pensiones. El gobernador, Luis María Linde, advirtió ayer de que el gasto público ligado al envejecimiento de la población (pensiones, sanidad y cuidados de larga duración) se elevará entre 1,5 y 2 puntos porcentuales del PIB a lo largo de las próximas tres décadas si se cumplen las previsiones, con lo que alcanzaría un máximo superior al 21% del PIB en torno al 2050, lo que supone un «reto de primer orden para la sostenibilidad de las finanzas públicas».

Durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados para evaluar el proyecto de cuentas del Estado del 2018, recordó que el gasto en pensiones contributivas subirá este año el 3,5%, con lo que su peso sobre el gasto total del Estado crecerá al 40,9%. Las normas actuales (especialmente el límite a la revalorización) permitirán reducir el déficit de la Seguridad Social (1,5% en el 2017) pero, alertó, a costa de recortar la cuantía de la prestación en relación al salario (tasa de sustitución) salvo que se consigan incrementos adicionales de los ingresos.

La actual tasa de sustitución, continuó el gobernador del Banco de España, es elevada en comparación con el ámbito internacional y mantenerla exigiría incrementos «muy significativos de los ingresos». Por ello, pidió una reforma que aumente la «transparencia del sistema», refuerce la relación entre las contribuciones y la pensión y garantice el equilibrio financiero, si bien aseguró que es misión del Congreso y no del Banco de España definir esa reforma.

El gobernador consideró, además, «un poco optimista, pero no imposible» la previsión de recaudación (alza del 6%) del proyecto de presupuestos del Gobierno del Partido Popular y destacó que hay «dudas» sobre la distribución del objetivo de déficit entre los distintos niveles de la Administración. «Es un presupuesto que tiene algunos riesgos, pero su incumplimiento no está en absoluto garantizado y hay tiempo para corregir por el lado de los ingresos o los gastos», resumió Linde tras pedir un «seguimiento continuo» de la recaudación. Máxime cuando el crecimiento nominal (incluyendo la inflación) de la economía española previsto por el Ejecutivo es mayor que el del Banco de España: 4,3% frente al 3,8%.

CONSENSO POLÍTICO / Luis María Linde también advirtió de que el ajuste presupuestario pendiente en los próximos años en España «es todavía significativo». Por ello, a lo largo de su comparecencia pidió «consensos significativos» para reformar la financiación autonómica, avanzar en el desendeudamiento público, racionalizar el gasto y revisar los impuestos para financiar el «nivel deseado» de gasto.

Asimismo, aseguró que el impacto de la situación de Cataluña en la economía española ha sido «muy pequeño», pero alertó de todas formas, de que las tensiones políticas en la comunidad podrían generar «episodios de falta de confianza» en los próximos meses, tal y como sucedió en el último trimestre del año pasado.