La crisis trajo consigo un recorte del gasto, también en alimentación, y un traslado de la compra de productos de primeras marcas a las conocidas como marcas blancas (o del distribuidor) por su menor precio. Pese a que en un principio se atribuyó a una mera cuestión económica, en los últimos años, con la recuperación del consumo, la marca blanca no solo no ha perdido fuerza, sino que o se mantiene o incluso sube ligeramente. La marca de la distribución parece haber llegado para quedarse.

En el 2002 la cuota de las marcas blancas era del 19,7% en España, según datos de Kantar Worldpanel. Poco a poco fue aumentando su peso, y fue precisamente en el 2008 cuando registró su mayor subida de los últimos 15 años, cuando pasó del 24,6% al 27%. Durante los años siguientes, siguió incrementando su peso, con porcentajes por encima del 30% en los últimos seis años. Si en el 2015 la cuota alcanzó el 33,9%, el año pasado cerró con un mercado del 34,1%.

Este leve incremento del peso de la marca blanca coincide sin embargo con un clima de recuperación del consumo. Según la consultora Nielsen "en la plena recuperación económica, los españoles al hacer la compra muestran un vigor que no se veía en ocho años, ya que el gran consumo creció un 2,7% en el 2016, hasta los 73.000 millones de euros", destacó Gustavo Núñez, director general en Iberia de la compañía. El crecimiento es en parte por los mayores precios: entre el 0,7% y el 1%, dependiendo de la fuente. La marca blanca, pues, se afianza en plena recuperación del gasto.

MERCADONA

El éxito de la marca blanca se debe en buena parte al crecimiento de las enseñas que más han apostado por estos productos. Mercadona se ha convertido en la líder destacada del mercado español, con una cuota del 22,9%, lo que representa un incremento de dos décimas en el último año. Esta firma basa su estrategia en los productos de sus marcas propias (Hacendado, Bosque Verde...) y en el modelo de interproveedores. El 57,8% del las ventas de Mercadona son de productos de sus propias marcas.

Dia, con el 8,5% de cuota, es segunda en el mercado español, con más de la mitad de sus ventas procedentes de artículos de sus marcas. La cadena que más cuota ganó el año pasado en España fue Lidl, que progresó medio punto, hasta el 4,1% del mercado. El 81,5% de sus ventas son de productos de marca blanca.

Lo que sí ha cambiado con la recuperación del consumo es que a la hora de hacer la compra, se llenan más los carros, con una categoría al alza: los productos frescos (es en este ámbito donde las firmas tienen más margen de crecimiento). La compra por internet, además, comienza a despegar.