Más ventas y también más contratación. Las empresas encaran el 2018 con optimismo, ya que casi ocho de cada 10 directivos (78%) esperan de nuevo aumentar sus ventas y el 53% esperan llevar a cabo contrataciones laborales, muy por encima del 37% de los años 2016 y 2017, según el noveno Diagnóstico sobre la empresa española elaborado por la escuela de negocios Eada y la patronal Cepyme. Es el principal cambio con respecto al informe anterior: el aumento del negocio ha hecho que crezcan las previsiones de aumentar plantillas.

Pese a los datos generales positivos, destaca «el débil comportamiento de la microempresa, con un crecimiento de las ventas por debajo de la media, tanto en el sector de los servicios, como en el comercial y el industrial».

Las compañías experimentaron el año pasado en conjunto un alza de la facturación del 5,9%, su cuarto incremento anual consecutivo y «el mayor repunte de la serie histórica, desde que se elabora el informe» en el 2010.

La evolución experimentada por las compañías ha supuesto «una mejora sustancial de la rentabilidad económica», con una media del 8,3%. De nuevo, se trata «del mejor dato de toda la serie histórica de estos últimos nueve años». Las medidas adoptadas por las empresas desde el inicio de la crisis así como la relevante mejora de la facturación en el 2017 «son las palancas que han permitido obtener este excelente ratio».

Otro elemento importante es que las compañías ya no toman medidas pensando solo en el corto plazo, es decir, en el futuro más próximo. «Los buenos datos económicos y las optimistas perspectivas de crecimiento de los próximos años les han permitido tomar decisiones con un carácter más estratégico y pensando prefentemente en la generación de valor en el medio y el largo plazo».

También supone un reflejo de la evolución positiva que seis de cada diez empresas prevén aumentar su presupuesto anual en inversiones en activos no corrientes. Eso supone una mejora de tres puntos porcentuales en comparación con los datos del anterior informe.

El estudio revela «las diferencias económicas significativas» entre las empresas que son exportadoras y las que no lo son. En el conjunto de las compañías que venden en el exterior, el 84% de los encuestados prevén un aumento de la facturación, mientras que solo un 9% espera caer.

Otra variable que muestra la buena evolución de la economía es la morosidad sobre la cifra de ventas La tasa cayó el año pasado al 2,7%, frente al 3% del ejercicio anterior y el 4,2% del 2015.

El estudio se basa en los datos y respuestas de 445 empresas, de las que 77 son del sector comercial, 139 del industrial y 229 de los servicios. En cuanto al tamaño de las firmas, 153 son microempresas, 153 pequeñas, 92 medianas y 47 grandes.