La nueva multa contra el gigante tecnológico Google ya tiene cifra: 4.340 millones de euros. Después de tres años de investigación, la Comisión Europea (CE) ha concluido que la multinacional estadounidense ha abusado de su posición dominante en el mercado a través de su sistema operativo Android, utilizado por más del 80% de los dispositivos móviles inteligentes, por lo que deberá abonar la mayor sanción impuesta por la UE a una empresa.

Según Bruselas, Google impone desde el año 2011 restricciones ilegales a los fabricantes de aparatos que utilizan el sistema operativo Android y a los operadores de redes móviles, para consolidar su posición dominante en el mercado de las búsquedas en internet obligando a instalar el buscador Google search o el navegador Chrome. La multinacional tiene ahora 90 días para poner fin a estas prácticas y corregir el tiro con un sistema «razonable, justo y objetivo» que asegure un correcto funcionamiento de los aparatos con Android que utilizan aplicaciones o servicios de Google.

Si la empresa californiana no accede a las peticiones del Ejecutivo comunitario, el montante a pagar podría seguir creciendo con una sanción de hasta el 5% del volumen de negocio diario mundial de Alphabet, la matriz de Google que ya ha anunciado que presentará batalla. «Android ha creado más opciones para todo el mundo, no menos. Un ecosistema dinámico, una innovación rápida y precios más bajos son los sellos clásicos de una competencia sólida. Apelaremos la decisión de la Comisión», anunció el portavoz de la compañía.

Tres problemas / Concretamente, los servicios de la competencia de la UE han identificado tres grandes problemas. Para empezar, reprochan a Google que exige a los fabricantes de dispositivos móviles, como Samsung, la preinstalación de la aplicación Google search y de su navegador Chrome como condición para otorgarles licencia de acceso a su tienda on line de aplicaciones. En segundo lugar, acusan a la multinacional de conceder «incentivos financieros significativos» a algunos grandes fabricantes y a determinados operadores de telefonía móvil. Y, por último, de prohibir a los fabricantes la venta de dispositivos que funcionen con versiones Android modificadas (llamadas Fork Android).