Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.121 millones en el 2017, lo que supuso un incremento del 22% respecto del alcanzado un año antes, según informó la petrolera ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En un escenario de precios bajos de las materias primas, la compañía, apoyada en las fortalezas de sus negocios y sus planes de eficiencia, alcanzó el mayor resultado neto de los últimos seis años.

Repsol destacó que la gestión con foco en la creación de valor y la flexibilidad y diversificación que proporciona la integración de los negocios impulsaron el beneficio neto ajustado, que creció el 25%, hasta los 2.405 millones frente a los 1.922 millones de 2016, también el más alto de los últimos seis años.

El resultado del área de exploración y producción se situó en 632 millones, 12 veces el obtenido en el ejercicio anterior. A este aumento contribuyeron las medidas adoptadas en su plan de sinergias y eficiencias, el reinicio de la actividad en Libia y la subida de los precios internacionales de referencia. Estos resultados se registraron con una cotización media de las materias primas de referencia internacional que se mantuvo en un rango bajo durante 2017, con 54,2 dólares por barril en el caso del Brent.

La compañía aumentó su producción hasta alcanzar una media de 695.000 barriles equivalentes de petróleo diarios, superando los 680.000 barriles marcados para el 2017. Repsol redujo su nivel de deuda un 23%, hasta situarla en 6.267 millones al cierre del ejercicio.