La Seguridad Social volverá a contar con un préstamo del Estado este año para garantizar el pago de las pensiones. La secretaria general del Tesoro y Política Financiera, Emma Navarro, lo confirmó ayer al presentar la Estrategia 2018 de financiación del Tesoro Público. Y lo hará por un importe aproximado de 15.000 millones de euros, el 50% más del préstamo que concedió en el 2017 para poder afrontar el devengo de las pagas extras de verano e invierno de los jubilados.

En años anteriores, el Gobierno había utilizado el dinero del Fondo de Reserva de las pensiones para cubrir la insuficiencia de ingresos procedentes de las cotizaciones a la Seguridad Social para pagar todas las pensiones, sin adoptar otro tipo de medidas para cubrir este déficit. Pero en el 2017 la llamada hucha de las pensiones ya no daba para más y se habría agotado si el Tesoro no le hubiese concedido entonces un préstamo de 10.000 millones de euros. Esta cantidad se utilizó totalmente y permitió que el 2017 se cerrase sin agotar la hucha, aunque solo quedaron poco más de 8.000 millones de euros. Una cantidad que, ante las previsiones de déficit de la Seguridad Social para este año, solo daría para pagar una nómina mensual de las pensiones.

MANTENER LA HUCHA / Con el nuevo préstamo de 15.000 millones, el Gobierno eludirá la responsabilidad y la mala imagen política que comportaría dejar vacía la hucha de las pensiones en la que había más de 70.000 millones de euros cuando Mariano Rajoy llegó al poder. Emma Navarro explicó que la financiación del déficit coyuntural de la Seguridad Social es uno de los factores sobre los que han calculado las necesidades de financiación del Tesoro para el 2018. Los objetivos para este ejercicio son alargar la vida media de la deuda, abaratar costes y diversificar la base de inversores, igual que en años anteriores.

Según consta en la Estrategia de Financiación del Tesoro 2018, el crédito del 2017 por valor de 10.192 millones de euros provocó un aumento de la emisión neta del Tesoro de 10.000 millones, pero que no se tradujo en un incremento del déficit fiscal ni del nivel de deuda pública medido sobre el PIB.

LA FÓRMULA UTILIZADA / El primer préstamo se aprobó mediante una disposición adicional en la ley de Presupuestos del Estado del 2017, que permitió «autorizar la concesión de préstamos a la Tesorería General de la Seguridad Social hasta un importe máximo anual de 10,19 millones de euros» y hacía constar que «estos préstamos no devengarán intereses y su cancelación se producirá en un plazo máximo de 10 años a partir de 2018». Se supone que para el préstamo del 2018 se utilizará la misma fórmula.

En el 2017, además del préstamo del Estado, se sacaron 7.100 millones del fondo de reserva. Tras la última disposición hecha en el mes de diciembre, la reserva de las pensiones se quedó en 8.095 millones de euros (precio de adquisición), que suponen un 0,73 % del PIB, con un valor de mercado muy similar (8.084 millones).

El Tesoro Público tiene previsto realizar emisiones netas de 40.000 millones de euros en el 2018, un 11,2% menos respecto de la cifra alcanzada al cierre del 2017, de 45.031 millones, aunque para ese mismo año había presupuestados 35.000 millones. La emisión bruta ascenderá a 220.145 millones de euros, cuantía el 5,9% inferior a la del cierre del 2017 (233.900 millones), de los que 126.310 serán a medio y largo plazo y 93.865 corresponden a letras. Entre los objetivos estratégicos del año destacan alargar la vida media de la cartera de deuda.