Los estados miembros de la Unión Europea (UE) dieron este viernes su visto bueno para extender el uso de la frecuencia radioeléctrica de 700 megahercios para la banda ancha inalámbrica de aquí al 2020, con el objetivo de impulsar el uso de internet en movilidad y el despegue del 5G en los Veintiocho.

Los embajadores nacionales respaldaron el acuerdo alcanzado con la Eurocámara en diciembre pasado, que establece que la banda de 700 megahercios, que actualmente se emplea sobre todo para la difusión radiotelevisiva, se reasigne para servicios de banda ancha sin cables de aquí al 30 de junio del 2020.

"Esta decisión implica un acceso mejor y más rápido a internet, lo que es bueno para empresas e individuos en toda la Unión Europea", dijo en un comunicado el ministro maltés de Competitividad y Digital, Emmanuel Mallia, cuyo país ocupa la presidencia temporal de la Unión. "Además, estamos allanando el camino para la introducción de la tecnología 5G, que permitirá una mayor conectividad e innovación", incidió.

Los estados subrayan que el uso de estas frecuencias impulsará en primer lugar la implantación del 4G y ayudará a conseguir mejor cobertura en las áreas rurales y, por otra parte, facilitará la implementación del 5G tan pronto como esté disponible, lo que estiman ocurrirá en torno al 2020. "Esto permitirá la introducción a gran escala de servicios digitales innovadores como la medicina a distancia, los coches conectados o las ciudades inteligentes", destacaron en un comunicado. Aseguran, no obstante, que la norma tendrá en cuenta la necesidad de un ancho de banda suficiente para la televisión.

Los servicios de difusión que actualmente utilizan con prioridad la banda de 700 megahercios -como la televisión digital o los micrófonos inalámbricos- mantendrán su prioridad en la franja entre 470 y 694 megahercios al menos hasta el 2030, dependiendo de las necesidades nacionales. Los países tienen que presentar para junio del 2018 la hoja de ruta para implementar la medida en su territorio, y aquellos que no puedan aplicarla para el plazo de 2020 podrán recibir dos años adicionales para hacerlo cuando existan necesidades técnicas o financieras justificadas.

Para que la norma entre definitivamente en vigor, tanto la Eurocámara como los países deben aún dar el visto bueno formal, lo que ocurrirá, previsiblemente sin escollos, en primavera de este año.