Los líderes de la Unión Europea (UE) insistirán hoy en la cumbre europea de primavera en que la política de austeridad y de ajustes presupuestarios «es una condición esencial» para recuperar el crecimiento económico y la creación de empleo, según el borrador de conclusiones de la cumbre. Lo harán desoyendo las manifestaciones de ayer contra los recortes en varias ciudades europeas.

El documento de la UE subraya que los países, como España, que «están sometidos a un escrutinio de los mercados deben ceñirse a los objetivos acordados» de déficit público. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, desestimó las demandas del Gobierno de Mariano Rajoy de flexibilizar de inmediato el objetivo de reducción del déficit público para este año. Barroso advirtió de que antes de discutir sobre esa cuestión quiere conocer en detalle el déficit del 2011, los motivos por los que superó el 8,5% del producto interior bruto (PIB) en lugar del 6% pactado, y el contenido exacto del presupuesto del 2012.

«Solo entonces, cuando recibamos la información concreta, podremos tomar una posición sobre esta cuestión», subrayó, sin mostrar ningún signo de flexibilidad. «Confío en que el presupuesto esté en línea con las normas del pacto de estabilidad», que obliga a corregir los desvíos del déficit, insistió Barroso.

El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, indicó que esperaba que hoy el ministro de Economía, Luis de Guindos, explique en la reunión ministerial previa a la cumbre los detalles y las causas del desvío del déficit español del 2011. Juncker se mostró abierto a «ver lo que se puede hacer», pero advirtió de que «otros» tienen una visión mucho más estricta sobre el cumplimiento de los objetivos de déficit.

El Consejo Europeo estará precedido por la cumbre social tripartita, un ineficaz diálogo de sordos entre la UE, la patronal y los sindicatos, en el que la patronal defenderá la flexibilidad y los sistemas de aprendizaje como instrumentos para reducir el paro, mientras que los sindicatos responsabilizarán a las políticas de austeridad a ultranza dictadas por la UE de la destrucción de empleo y de la nueva recesión.

RESPUESTA SINDICAL / Ayer, sindicatos de toda la UE reclamaron a los líderes comunitarios un plan de salida a la crisis alternativo a la austeridad, en una nueva jornada de acción conjunta que tuvo su epicentro en Bruselas, pero que produjo manifestaciones en un gran número de ciudades. El objetivo era pedir un cambio de rumbo ante las políticas económicas «orientadas exclusivamente a la reducción del déficit público», según el actual presidente de la Confederación Europea de Sindicatos y secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.

En Barcelona, 50.000 personas, según los sindicatos, se manifestaron contra la política de austeridad europea bajo el lema: «Ya está bien. Por una Europa Social». También se realizaron manifestaciones en Girona, Lleida y Tarragona. El rechazo a la reforma laboral del Gobierno estuvo presente en la convocatoria. Los secretarios generales de CCOO y UGT de Catalunya, Josep Maria Álvarez y Joan Carles Gallego, lamentaron la falta del diálogo del Gobierno, que hasta el momento no ha respondido a los llamamientos sindicales para modificar la reforma laboral.

La huelga general, sobre la que los líderes sindicales han mantenido cierta prudencia, ya tiene fecha. Según dirigentes de UGT y CCOO de Madrid, País Vasco y Catalunya el día 29 de marzo, la víspera de que el Gobierno apruebe el proyecto de presupuestos del Estado y cuatro días después de las elecciones andaluzas, es la fecha elegida para mostrar el rechazo a la reforma laboral y los recortes sociales.

Los sindicatos nacionalistas del País Vasco y de Galicia ya habían convocado el paro general en sus autonomías para esa jornada.