El 2017 debe ser el año de la recuperación de los sueldos y los derechos laborales. Así lo creen los sindicatos, que este miércoles han denunciado la precariedad del empleo creado en el 2016 y han reclamado la derogación de la reforma laboral. Para lograrlo, los sindicatos moverán ficha: el secretario general de UGT de Cataluña, Camil Ros, ha anunciado que el 2017 será el "año de las movilizaciones indefinidas", que continuarán con las protestas realizadas en las manifestaciones del pasado diciembre.

Ros ha remarcado que las movilizaciones perseguirán la recuperación de los salarios de antes de la crisis y la restauración de los derechos laborales y sociales perdidos como consecuencia de esta, y ha señalado al Gobierno del Partido Popular y a la CEOE como los "únicos responsables" de esta situación.

Para el líder de UGT Cataluña, el 2016 ha sido "el año de la recuperación de las empresas", hecho que ha servido para mantener "la precariedad, la desigualdad y la pobreza de la clase trabajadora” a través de la congelación o rebaja de los salarios impuestas con la crisis.

Es por esto que Ros prevé un "estallido social" este año, que permita que "la riqueza que se ha producido en el 2016 llegue a toda la sociedad" y ha advertido que no habrá "paz social sin progreso social" y que, si se mantiene la situación de pobreza de estos últimos años, "la lucha sindical se cronificará".

UN GOBIERNO "TRAMPOSO"

Ros ha recriminado que el gobierno esté repitiendo las mismas políticas de la anterior legislatura y lo ha llamado "tramposo" por no aprobar el incremento del 1% de las pensiones que decidió el Congreso de Diputados, entre otras actuaciones.

Además, ha añadido que el sindicato se siente "engañado" tras colaborar con el Gobierno durante los años de crisis y que, con la mejora de la situación económica, no se haya revertido a la clase trabajadora.

UNA HUELGA GENERAL ES POSIBLE

“No es el objetivo principal, pero no es descartable", ha subrayado Ros en referencia a la posibilidad de convocar una huelga general, ya que considera que serviría para "aglutinar el malestar por la reforma laboral y la precarización del empleo".

El secretario general cree que este será el resultado final si no se produce un cambio en la política laboral y continúa el "inmovilismo" por parte del Gobierno central y la patronal, que deberían "promover una nueva política de contratación y derogar la reforma laboral".

Estas declaraciones van en línea con lo anunciado el pasado lunes por el secretario general de UGT, Josep Maria Àlvarez, que sentenció que el sindicato considera la huelga general como un escenario probable si las movilizaciones previas no dan resultados.

En la misma línea se ha pronunciado el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, que ha asegurado que que la reforma laboral debe ser derogada "en su totalidad y rápido" para configurar un nuevo Estatuto de los Trabajadores y crear empleos de calidad que reduzcan la temporalidad y la precariedad.